Un paciente en LISTA DE ESPERA PARA TRASPLANTE, puede tener un familiar o amigo dispuesto para donar, en este caso un riñón, para él. Nos encontramos, entonces con lo que se conoce como DONANTE VIVO.¿Quién puede ser donante vivo? La ONT nos lo indica en su página web: La donación de vivo es posible si se cumplen las condiciones y requisitos establecidos por la Ley. El donante ha de ser mayor de edad y gozar de buena salud física y mental. La Ley incluye los pasos a seguir por todos los implicados: profesionales médicos y personal judicial y donante y receptor; para garantizar los derechos de ambas partes, la libertad en las decisiones, voluntariedad, gratuidad y altruismo. Dado que cada caso tiene sus propias particularidades, las recomendaciones son consultar todas las dudas al equipo médico responsable del enfermo
¿Cómo se actúa? Bien, ese paciente ERC le notifica a su nefrólogo que tiene un candidato para que le done en vivo un riñón. El nefrólogo entonces notificará al servicio de trasplantes esta circunstancia (o se encargará él mismo de darle curso) y al donante vivo se le recibirá en la consulta de TRASPLANTE. ¿Cual es el protocolo? El proceso es complejo. Se puede leer al completo en qué consiste en este documento: Estudio y selección del donante vivo de riñónMiguel Ángel Gentil Govantes, Porfirio Pereira PalomoNefrologia 2010;30(Suppl. 2):47-59
El nefrólogo recibirá al donante sin que el paciente ERC familiar/amigo suyo esté presente. El médico, entonces, le explorará, la hará una Historia Clínica completa y filtrará, digamos, en primera línea que ese donante concurre de forma voluntaria, sabiendo a qué se enfrenta y sin coacciones de ningún tipo. Ante la más mínima duda a este respecto, este donante no suele ser aceptado. Si no es el caso, es decir, el donante cumple con los requisitos previos antes indicados, el nefrólogo pasará a realizarle las pruebas de compatibilidad DONANTE-RECEPTOR, es decir, realizará pruebas de grupo AB0 y Rh, HLA... para valorar si el donante es compatible con el receptor. Estas pruebas establecen que el donante potencial tiene el mismo grupo sanguíneo que el enfermo ERC, que su Rh es compatible, y que sus tejidos también son compatibles, es decir, que el sistema inmunológico del RECEPTOR no atacará como «extraño» al injerto que se le trasplante. Como se pueden imaginar, este paso es fundamental. Ya de por sí el injerto será siempre un cuerpo extraño en el organismo del receptor, pero si se parecen mucho, mucho, si son muy semejantes, es decir, si son muy compatibles, las posibilidades de rechazo, de que el organismo del receptor ataque como extraño a ese injerto, serán menores. Ante esta situación, es decir, una vez que se le hacen estas pruebas iniciales al donante potencial puede ser que que sucedan dos cosas:
- que el DONANTE sea COMPATIBLE con el RECEPTOR
- que el DONANTE NO sea COMPATIBLE con el RECEPTOR.
- Donante: se establecerá con todas la pruebas necesarias que está sano no sólo en sentido físico, si no a nivel psicológico y social. Ya se explicará más adelante en qué consisten estas pruebas.
- Receptor: el nefrólogo complementará las pruebas que considere oportuno para establecer que el pacientes ERC puede afrontar una intervención quirúrgica del calibre de un trasplante, que como se pueden imaginar es una cirugía mayo de enorme calado.
¿Qué pruebas se le realiza al DONANTE VIVO? En el documento anrriba indicado (Estudio y selección del donante vivo de riñón. Miguel Ángel Gentil Govantes, Porfirio Pereira Palomo. Nefrologia 2010;30(Suppl. 2):47-59) se especifican todas las pruebas que se le realizan a los candidatos a donante vivo. Pero voy a resumirlas en esta entrada, para facilitar su comprensión:
- Primera fase: estas pruebas van dirigidas a establecer si el candidato a donante vivo reúne los requisitos físicos adecuados para cumplir con su intención de donar. Se realizan pruebas físicas: análisis de sangre y orina, Electrocardiograma, radiografías, ecografías, Curva de glucemia (para descartar posibles diabéticos sublcínicos). Si el candidato a donante sufre sobrepeso u obesidad debe adelgazar. ¿Por qué? Pues porque el donante, tras la extirpación de su riñón, debe quedar en las mejores condiciones físicas que no hagan pensar que en pocos años será un enfermo renal y precisará alguna forma de diálisis/trasplante. La obesidad es factor de riesgo de todas las patologías que afectan de forma directa a la función renal (diabetes, cardiopatías, HTA...). Ser diabético, sufrir HTA, obesidad... son motivos por los que serán rechazados como donantes vivos.
- Segunda fase: una vez superada la primera tanda y eres aceptado como candidato posible a donar en vivo, el nefrólogo pasa a valorar ya que estás sano por completo, por lo menos en todas las situaciones detectables a NIVEL FÍSICO de forma no cruenta. Se pasan a realizar pruebas que descartan tumores, patologías cardíacas, renales, se realizan TAC para valorar forma, tamaño y vascularización de ambos riñones y se pasa por la consulta del urólogo, que es el que realizará la extracción del riñón si se llegara a buen término. También se pasa por la consulta del PSICÓLOGO, por razones obvias, y por la consulta de un TRABAJADOR SOCIAL, que valora si el entorno familiar, económico, laboral, relacional de donante vivo y receptor son adecuados.
Bueno, lo dejo aquí por ahora. En la siguiente y última entrada sobre este tema, ya explicaré cómo son los últimos pasos cuando ya está inminente el trasplante y se tiene fecha. No deseo saturar con demasiados datos e información.
Y, por ahora, nada más. Cuidáos, por favor...