Precio: 15€ / 3.70€
Sobre el autor: Carmen Manzaneque
Impresiones
"El amor que se mendiga no sacia el hambre de besos, son migajas que saben a limosna, a restos sobrados de lo que se derrocha en otra cama, en otro cuerpo.
[...] hablaba con una voz distinta a la que yo conocía. Ya no era la mujer distante que miraba al mundo y a sus habitantes desde lejos, como si tuviera miedo de mezclarse con ellos.
Ahora era el amor en sus manos, la dulzura en sus ojos, la áspera voz convertida en terciopelo suave para ella. Todo especial para dárselo a ella".
Aunque había escuchado muchas cosas sobre esta novela no me decidía. Finalmente me la recomendó alguien con quien comparto gustos por los libros y que me insistió en que la leyera que me gustaría mucho. Y desde luego estaba en lo cierto.
Se me hace difícil reseñarla como mismo al principio me costó hacerme con la historia, porque tiene muchos personajes, cada uno con su historia que contar que a su vez se ven entrelazando con otras historias y otros personajes. Todos tienen su espacio y su momento y el nexo entre todas estas tramas y subtramas es Elena.
Elena es una mujer que también tiene muchas cosas que contarnos. Está separada y tiene una hija adolescente, muchas decisiones mal tomadas y otras pendientes de tomar. En principio es un personaje "suave", de esas personas que entra en los lugares sin hacer ruido pero una vez dentro, se nota su presencia. Es el recipiente en el que todos ya sea de forma consciente o involuntaria, vierten sus secretos, sus vidas, sus vivencias. Es un personaje que evoluciona y sorprende a la vez que nos van sorprendiendo las historias que a través de ella nos llegan.
María, Manuela, Celeste, Violeta...tan difícil quedarse sólo con una y su historia. Como personaje el de Celeste me resultó el más enigmático y atrayente desde el principio. Sin embargo no he conseguido empatizar con ella en ningún momento. No he conseguido entenderla ni ponerme en su lugar a pesar de la época, de lo que le tocó vivir porque creo que el amor no lo justifica todo y que el miedo no nos puede dominar, tenemos que sobreponernos a él y luchar. De forma general, no he podido juzgarla duramente pero de cierta forma eso también es bueno porque no pasa desapercibida.
Como historia la de Manuela me enganchó desde el principio y me dio pena. En cambio la historia de María aunque igual de triste y dura, me pasó casi desapercibida hasta el final donde sin previo aviso me emocionó muchísimo y era algo que no esperaba para nada. Así que si he de elegir a alguna, sin duda me quedo con María porque en conjunto es el personaje desde mi punto de vista, más bonito, más completo y emocionalmente complejo y el que más evoluciona en la novela.
Me pareció un libro muy bonito con una trama intensa y emotiva, llena de personajes tan llenos de matices, tan terrenales. A unos les he amado mientras otros me han despertado sentimientos más bien oscuros, pero todos de una forma u otra me han hecho vibrar, me han hecho sentir y sobre todo me han devuelto la esperanza. Nunca es tarde para perdonar y bajo ninguna circunstancia debemos dejar de amar.