Una serie de personajes confluyen en torno a un gigantesco club de intercambio de parejas: una novia que ha perdido su anillo en el club tras una despedida de soltera pasada de rosca, una camarera que intenta llevar al lado oscuro a su primo, que se ha vuelto un estirado, un matrimonio en la que ella empieza a ligar con otra pareja que resulta ser la antigua novia de él y su actual novio, un gay que va a buscar sexo rápido y se encuentra con un chico al que le gusta demasiado hablar, etc.En Donde caben dos Paco Caballero confirma su condición de artesano de la comedia comercial con su segundo largo como director (el primero fue Perdiendo el este). Esta vez ofrece una película coral, con un reparto de lujo y centrada en el sexo, algo que, a diferencia de lo que ocurría en el cine español de hace décadas, ha vuelto a convertirse en algo poco habitual y complicado para el cine mainstream.
Aunque el intercambio de parejas se haya convertido ya casi en un cliché argumental de la comedia española, podríamos decir en el equivalente actual de las películas de Lina Morgan trabajando en un club nocturno o Alfredo Landa persiguiendo a las suecas, Donde caben dos se atreve a ir un poquito más lejos y mencionar también de otras opciones de sexo no encorsetado, aunque llevándolas al final de vuelta al redil más bien puritano del amor y la pareja. A fin de cuentas se trata de una comedia ligera, que intenta ser, consiguiéndolo por momentos, chispeante y alocada.Como suele ser habitual en estas producciones comerciales, en Donde caben dos la profesionalidad del director y del equipo técnico es innegable, con algunos planos muy estilosos, aunque con la contrapartida de que la película en ningún momento se sale de lo convencional, ni en su puesta en escena ni en su guion. Consigue un aceptable equilibrio entre las múltiples subtramas, cuando no siempre es fácil llevar una historia sin personaje principal, aunque como es lógico algunas funcionan mejor que otras.
Es evidente que la más trabajada es la de las dos parejas de amigos en la que los hombres buscan un intercambio, pero precisamente por eso, y por ser la única desvinculada del club donde convergen los otros personajes, lleva a pensar que ha sido creada al margen del resto, tal vez para otra película o serie, y añadida posteriormente. Y la historia de los dos gays, interpretada por Álvaro Cervantes y Ricardo Gómez, el famoso niño ya crecido de Cuéntame, es probablemente la menos lograda, con un tono un tanto diferente, lo que hace forzados y teatrales sus diálogos.
Aunque se trata de un entretenimiento aceptable, Donde caben dos se quedaría algo por debajo de Kiki el amor se hace (2016), de Paco León, el anterior acercamiento de la comedia comercial española al mundo de las variantes sexuales y otra historia coral, aparentemente menos provocadora que Donde caben dos, pero con un tratamiento un poco más personal y creativo.
Por último, por la banda sonora desfilan la flor y la nata del indie nacional, destacando, como no, el tema La revolución sexual, de La casa azul, que abre y cierra la película.
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- ##check## Lo bueno
- Excelente factura técnica.
Reparto coral que reúne a lo más granado de la comedia nacional. - ##times## Lo malo
- Pese a su aparente locura, en ningún momento se sale de lo convencional, ni en su argumento ni en su narrativa.
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- Puntuación Total 6 / 10