Se supone que es fácil tener fuerza de voluntad pero a mi no me resulta tanto. La fuerza de voluntad es como la mítica felicidad de la cuál todo el mundo habla, aunque cada una la define de un modo diferente. Hay tantas fuerzas de voluntad y tipos de felicidad como personas en el mundo.
Entonces, ¿porqué me falla a veces la fuerza de voluntad? Desaparece de mi vista cuando me encuentro cansada de más, cuando estoy distraída, cuando mi mente decide por mi (“no me apetece”, “no tengo ganas”, “buah, lo haré después”), o si tengo algún problema de fondo que se escapa de mi autocontrol.
Y justo en ese momento intento que entre en acción una frase que dice: “La acción más pequeña es más poderosa que la intención más grande”. Solo así logro generar movimiento que hace que, aunque poco animada me ponga en acción y cuando ya estoy manos a la obra… problema resuelto!!! Continuo, y continuo, y continuo.
Es como cuando abres un libro por aburrimiento y, de repente, has pasado dos horas leyendo y sin darte cuenta.
De todos modos, algo se puede hacer para lograr un poquito más de fuerza de voluntad. Te cuento:
1.- Las prisas no son buenas por lo que mejor paso a paso, que toda una tarde de golpe. Con esto avanzas pero no te quemas y, posiblemente, no abandones tan rápido tu meta.
Ejemplo: Querer largarte de viaje y llegar de un tirón. A lo mejor son 12 horas de coche. Mejor parar cada 2 horas, descubrir nuevos lugares, descansar y disfrutar del trayecto. Si van de golpe, ni disfrutas, ni descansas, puedes tener un accidente y dejar el viaje a medias o quemar el motor y olvidarte del seguir…
2.- Visualiza. Juega con tu mente. La mente es la gasolina del cerebro por lo que conviene darle la mejor calidad posible. Visualiza el final y el camino será más ameno, más divertido y más alentador. Posiblemente el final no se parezca mucho a lo que has visualizado pero habrás conseguido llegar y lograr tu propósito.
Ejemplo: Quieres una casa en el medio del monte. Tardas tiempo en conseguirla y resulta que, la casa en cuestión es de color marrón y tu la imaginaste de piedra. No tiene piscina pero se la puedes poner. Necesita reformas y tiene una habitación más. Cierto que no se parece a la casa soñada pero has conseguido la casa. Ahora, te toca trabajar para reconvertirla. Sigue visualizando para no olvidar tus metas.
3.- Si no te pones en marcha, lograrás una nueva amiga que se llama Pereza. La fuerza de voluntad es una especie de músculo que consume energía y agota por lo que si la consumes, hazlo con constancia para que caer en el desánimo que es más fácil y tentador. Posiblemente te cueste ponerla a funcionar porque no tienes metas ni nada que te anime a seguir.
Ejemplo: Te lamentas a cada paso de la mierda de vida que tienes. Pues así poco mejorarás. Ponte en movimiento (eso que la pereza te impide hacer) y busca algo que te anime: pasear, salir al sol, ir a la montaña, respirar el aire de la playa, alguna asociación que de talleres gratuitos. Si tú no buscas, no va a venir a buscarte nada ni nadie porque no te dejas ver. Sal de tu escondite!!!
4.- Di adiós a lo perfecto. La perfección no existe y es motivo de no avanzar. Mejor dicho, es motivo de no hacer nada porque hasta que no esté perfecto no lo hago. Si no lo haces, no estará perfecto… es que no estará ni hecho!!!
Ejemplo: Te apetece escribir un tutorial de algo pero como no controlas los programas de grabación no lo haces. Vete paso a paso, primero escribe el guión, habla de él y luego ya llegará el momento de grabarlo o, en su defecto, al haberlo compartido, alguien se ofrece a enseñarte.
5.- Por cierto, todo esto sucede con lo que no me gusta. Con lo que me gusta, la fuerza de voluntad es como un cohete, un chute de adrenalina.
Te pasa igual?
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