Antonio Aponte.
La estrategia revolucionaria se ha ido afinando a medida que avanzamos, esa es una de sus características. Si estudiamos el pensamiento del Comandante, nos daremos cuenta de esa evolución, que va desde un país decente pero burgués hasta el Socialismo, pasando por la tercera vía. Una de las características del pensamiento de Chávez es su evolución, el cuestionarse a sí mismo.
La evolución de la estrategia no es un proceso apacible, al contrario, significa una profunda lucha ideológica. En el camino quedaron las chatarras de ideologías inservibles. Es suficiente ver una reunión de la mud para hacer la historia de la lucha ideológica dentro de la Revolución : allí están miquelena, la derecha franca, ismael y albornoz, el oportunismo pequeño burgués, puerta, el infantilismo izquierdista que siempre termina en la derecha, y pará de contar… el elenco de los socialdemócratas es grande.
La realidad nos exige superar las formas pequeñoburguesas, impregnar de ideología revolucionaria a la Revolución o como diría el Che: Proletarizar a la Revolución. Ese salto, ese vencer a la ideología pequeñoburguesa oportunista y reformista, es la esencia de la Revolución y sin dudas es un milagro.
Todo lo hasta ahora andado, la evolución del Comandante Chávez, tiene el sentido de llegar a esta encrucijada donde el milagro es posible, ese es el principal reto del Presidente Maduro: Apoyado en los obreros, irradiar la ideología proletaria en el resto de la sociedad, impulsar el sueño de Chávez.
No es tarea fácil. Se trata de convertir un país rentista, con más de cincuenta años de política clientelar, con poco desarrollo del proletariado y grandes masas excluidas colonizadas por el egoísmo, de fragmentación capitalista, se trata, decimos, de convertir ese país imposible en ejemplo de Revolución.
El Che Guevara, un gran “práxico”, que es aquel que se nutre de la praxis, es decir, de la práctica entrelazada con la teoría, que no es mero charlista de una teoría sin asideros en la política, la ciencia y el arte del poder, descubrió en la Revolución Cubana el concepto “proletarizar”: Un pueblo guiado por una vanguardia puede superar sus condiciones objetivas, dirigir las etapas de su evolución, tomar control de su destino, planificar su rumbo, ir hacia el Socialismo.
Proletarizar es la clave para avanzar, para existir. Ya no es posible permanecer en lo hecho, es imprescindible, urgente, sentar las bases económicas y espirituales de la proletarización de la sociedad. Dijimos que el reto no es fácil, aquí surgen con fuerza las desviaciones que intentan impedir la construcción de un tejido social que es la forma de proletarizar, de organizar a la sociedad en lo político, económico, social, de manera que se empodere verdaderamente.
Los intentos de ser sociedad empoderada sin organización nacional, con Consejos Comunales y Comunas aisladas, en
convivencia y estimulación del capitalismo han fracasado, son producto de la teratología pequeñoburguesa, deben ser proletarizados.