Ser feliz
El ser humano es comunitario, sólo podemos ser verdaderamente felices buscando la felicidad del prójimo, haciendo de su felicidad la nuestra.
Entendiendo el prójimo como la humanidad entera, sin distinción, sin excepción, barriendo fronteras, sin frontera alguna.
La frontera interior es la mayor frontera, la primera a derribar.
Estamos aquí para construir, compartir, difundir felicidad y alegría, sin fronteras.
Bienvenidos a un nuevo día con nuevas oportunidades para ser constructures de felicidad, mensajeros de la paz.