Uno de los problemas clásicos con la historia clínica en papel es la falta de algún documento, imagen, resultado, etc. que gracias a la Ley de Murphy siempre suele contener algo imprescindible para la atención al paciente.
En un reciente artículo publicado en BMC Health Services Research titulado "Missing Clinical Information in NHS hospital outpatient clinics: prevalence, causes and effects on patient care" se cuantifica el efecto de las historias perdidas en el caso de pacientes atendidos en consultas externas.Los datos son significativos y más si se extrapolan a la actividad de consultas externas en todo el NHS:- 15% de información perdida (ocurre en casi 10 millones de consultas en el NHS)- Obligan a realizar más de un millón de nuevas consultas.- En más de 2 millones de consultas, se toman decisiones sin tener información completa.La distribución del tipo de información perdida es la siguiente:¿Fallos en los procedimientos? ¿Mucha carga de trabajo? ¿Poco control de la documentación confidencial? ¿Esto lo arreglará la historia clínica electrónica? Solo un ejemplo: hay profesionales sanitarios que guardan su propia historia clínica en su taquilla o en su mesa de trabajo.