El general no ha dado la cara. No se ha presentado hasta este momento en ninguno d los escenarios devastados por el huracán Irma.
Más de tres días de destrucción no le han bastado. Diez fallecidos y daños incalculables.
Como es habitual, de Raúl los cubanos sólo tienen un llamamiento y un poco más de represión.
Supuestamente el General pidió “organización y disciplina”. Habló de “redoblar esfuerzos para borrar lo más pronto posible las secuelas” del destructivo evento meteorológico.
“Un principio se mantiene inamovible: la Revolución no dejará a nadie desamparado y desde ya se toman medidas para que ninguna familia cubana quede abandonada a su suerte”.
Horas más tarde las autoridades se pasaron el llamamiento por la tangente y comenzaron a vender alimentos a los damnificados que se quedaron sin nada.
Dónde esta Raúl es una buena pregunta y para qué sirve que aparezca pudiera ser la otra.
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