Por Teofilo Félix (colaborador de la Santamambisa)
Dónde estaba el Grupo de Lima cuando en América Latina se implementó una “ruptura de orden democrático”, esa podría ser la pregunta científica de cualquier investigación histórica acerca del tema. Es que, es tan difícil de entender que esa “llamada instancia multilateral” esté preocupada por la democracia en Venezuela y no se observen en el espejo no mágico, de su pasado social.
Este actor, con rol protagónico en la guerra no convencional contra el chavismo, en su escalada servil, contradice la filosofía de Zona de Paz en América Latina y facilita una posible agresión o intervención militar contra Venezuela.
Pero en la historia latinoamericana hay evidencias de que este accionar del Grupo de Lima, olvida de cuántos de los integrantes del Grupo, tiene secuelas de sangre como resultado de una invasión “Made in USA” o de una dictadura militar, también “Made in USA”.
Si se les olvidó pueden consultar en Google con la frase “intervenciones militares de Estados Unidos en América Latina”. El resultado será que, se ha consultado tanto, que el buscador la sugiere literalmente. Esto es un reflejo, de la preocupación mundial, por las conocidas consecuencias de jugar en el equipo del imperialismo y prestar sus escenarios geográficos como estadios para sus prácticas.
El sitio Voltairenet, uno de los consultados, en su cronología esclarece minuciosamente lo ocurrido a partir de que en 1823 la Doctrina Monroe define a América Latina como “esfera de influencia” para Estados Unidos y se resume en la siguiente tabla:
Países del Grupo de Lima Invadido por EE.UU. Dictadura militar apoyada por EE.UU.
Argentina 1976: Jorge R. Videla, Plan Cóndor
Canadá 1775-1776
Chile 1973: golpe contra Allende y dictadura de Pinochet.
1976: Plan Cóndor
Colombia 2000: Plan Colombia 1953: Rojas Pinilla
Guatemala 1960: bombardeos
1966: envío de efectivos y armas
1954: CIA derroca a Jacobo ÁrbenzHonduras 1855-1857: William Walter restablece la esclavitud.
1924: la marina invade y se adueña de las ganancias de la producción de banana.
México 1846: pierde Texas y California
1914: bombardeo a Veracruz
Panamá 1903: se adueñan del Canal
1946: fundan la Escuela de las Américas; cuna de los posteriores dictadores
1908, 1918, 1925, 1989: tropas intervienen
1941: golpe militarParaguay 1976: Plan Cóndor
1989: Alfredo Strossner
Perú 1876: dictadura de los Gutiérrez
1948: dictadura de Manuel Odría
1975: Francisco Morales
1990: Fujimori, escándalos de corrupción y violación de DDHH
Brasil 1964: golpe de estado a Joao Gourlat
1976: Plan Cóndor
Costa Rica 1917: golpe de Federico “Pelico” Tinoco
1948: golpe de estado de José Figueres
República Dominicana 1916-1924: ocupación
1940: la marina desembarca
1965: invasión
1930: dictadura de TrujilloLos datos se explican por si solos, intentar olvidarlos sería un crimen, como los cometidos en estos hechos. Quienes firman para condenar a Venezuela, en representación de sus pueblos; no acudieron a la verdad almacenada en sus venas, abiertas todavía por tanta secuela.
Y es que también, hay que recordar los “daños colaterales”. Nos minaron el Continente con bases militares norteamericanas donde sus soldados preñaron a mujeres; traficaron drogas y niños.
Criminalizaron y exterminaron a los que pensaban diferente; a pesar de las cartas de DD.HH. niños Héroes como los de Cahpultepec deberían recordarles a sus gobiernos que no se sacrificaron en vano.
Estimularon el éxodo humano hacia fuera de las fronteras nacionales y culparon a los gobiernos por no tener soluciones a los problemas internos; generados por sus intromisiones militares, políticas, económicas y medio ambientales.
Será que el Grupo de Lima desea seguir siendo el colector de la basura imperial; amparando conductas impropias de representantes de los pueblos originarios de una América saqueada, explotada y contaminada por los desechos de las voluntades “democráticas” de los amos del norte.
Hay quienes olvidan que estamos en la era, donde esconder la verdad, no es tan fácil; aunque mediáticamente impongan su opinión en matrices pre elaboradas. El mundo cambió, y a sí sus canales para acceder a la información o distribuirla de forma alternativa; solo falta unirse por el bien común de una América unida y no invadida.