El 9 de julio de este año, hace casi dos meses y medio, se liberaron los dos primeros quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) en los Picos de Europa como parte de un proyecto de la FCQ. Desde entonces, y a pesar de que los dos ejemplares han sido provistos de marcas de colores de identificación a distancia y equipados con emisores GPRS que permiten conocer su posición exacta a cualquier hora del día, no hemos vuelto a saber nada de ellos. De la euforia de los políticos y los responsables del proyecto durante los meses previos a la suelta, se ha pasado a un mutismo absoluto, ni siquiera en la página web del proyecto aparece noticia alguna.
Este silencio es sospechoso, sobre todo tratándose de un proyecto apoyado desde el principio por la administración asturiana, y que incluso el presidente del Principado había tildado de "sueño hecho realidad". Todos conocemos cómo les gusta a los políticos sacar rédito electoral de cualquier cosa que hagan, y por eso me extraña que no haya aparecido ninguno de estos señores cargado de papelotes, fotos y gráficos a ilustrarnos sobre las andanzas de Leoncia y Deva, que así es como llamaron a las dos hembras liberadas. Es probable que ese sueño se haya convertido en pesadilla, y que los dos quebrantahuesos hayan muerto envenenados, como ya ha sucedido con una gran cantidad de aves y mamíferos en nuestra región.
El veneno ha vuelto a aparecer con fuerza en Asturies, y en los Picos de Europa, el lugar donde se pretende que se establezca una población viable de esta especie, ha causado y sigue causando la muerte de numerosos buitres y otras aves carroñeras. Precisamente el veneno había sido el causante de la extinción del quebrantahuesos como nidificante en los Picos a mediados del siglo XX y la actual presencia del mismo en esas montañas había sido uno de los argumentos en contra de la reintroducción. Parece evidente que antes de soltar nuevas aves se deberían eliminar los problemas que habían llevado a la especie a su desaparición.
En el caso de que realmente las dos aves soltadas hubieran muerto, sería necesario dar a conocer esos datos. Todos sabemos que la supervivencia durante el primer año de vida de todas las rapaces es muy baja, y en el caso de aves liberadas procedentes de cría en cautividad, es mucho menor. Ese es un riesgo conocido y que todos los proyectos de este tipo ya tienen en cuenta. Es imprescindible liberar varias decenas de animales durante muchos años antes de que se produzcan las primeras reproducciones en libertad. Lo que no se puede permitir es el oscurantismo y la falta de información, si las aves se han muerto es necesario que se sepa y que se sepan todos los detalles, y si aun siguen vivas no estaría mal que se dijera también.
Si las aves hubieran muerto y los responsables del proyecto lo supieran y hubieran ocultado esa información, sería la puntilla para un proyecto que fue muy criticado desde el principio, no solo por numerosas asociaciones conservacionistas, sino tambien por un comité de expertos pertenecientes al CSIC y a varias universidades españolas. Curiosamente, la Sociedad Española de Ornitologia, que había encargado ese último informe y que recomendaba la corrección del proyecto antes de ponerlo en marcha, justo antes de la suelta dio marcha atrás y ahora lo apoya e incluso el propio director de esta asociacion se muestra muy alegre con la suelta.
LOS COMENTARIOS (1)
publicado el 15 noviembre a las 09:27
Muy razonables las apreciaciones. Tan sólo una cuestión: el que en breve (ya ha ocurrido) salgan noticias informando sobre el estado de estos dos individuos, entregándose gozosas a su buena adaptación al medio comparaándola con lo que es normal en ejemplares criados de forma natural, no significa en abosluto que eso sea cierto... Eso sólo lo saben / sabrán los que están mas cerca de los medios para saberlo, y esos... no son parciales.
Sin más.