Revista Literatura
No puedo alcanzar la esquina de tu cielo,ni desclavar el tiempo añejo,al destierro van mis sueños.
He perdido segundos preciososmientras las flores crecen,pasajeras tus lagrimasal filo de la madrugada.
Las nubes dispuestas a todoconsienten tu alegría, aunque el rocío moje tus mejillas iluminando tu alma, brilla desnuda la aurora.
Vendrás a verme cuando incontenible la vidaestalle como el fuegoy las flores del ciruelocaigan desordenadassobre tu espalda.* Andrea Realpe