La crisis está arrastrando una degradación de las costumbres mercantiles. Los malos empresarios se aferran a lo que sea para sobrevivir un poco más, y encuentran justificación en la crisis para no cumplir sus obligaciones contractuales.
Uno de los pactos que no se respetan es el plazo de pago de las facturas. Pero a menudo es el pago de los productos y sobre todo los servicios que se compran, y luego no se pagan, con cualquier excusa. Por desgracia no se trata de uno o dos casos, sino más de los que quisiéramos.
El país va a ver degradado su nivel de seguridad mercantil respecto al que habíamos alcanzado antes. Y no era un nivel muy alto…
Hacer negocios es cada dia más dificil en España.