¿Y lo que nos gusta un busto a nosotras? ¡Mucho!, como posiblemente ya sabréis, pues son varias las veces que han asomado sus "cabecitas" por estas páginas... Y casi todos vintage o, al menos, comprados en mercadillos de segunda mano. Hasta tenemos uno igual cada una, conseguido en diferentes días, de una muchachita de escayola a la que llamamos cariñosamente "la fea", porque lo es un rato; da hasta susto de lo seria que vive permanentemente... Pues aun así, nos encanta. Por eso, cuando comenzó la tendencia de las testas porta plantas, supimos que, antes o después, nos haríamos con una. Y fue desde el escaparate de un "Asian shop", el sitio más inesperado..., que esta pequeña laureada de piedra, que veis en nuestra foto, nos hizo guiños. El factor sorpresa y nuestro gusto por la estatuaría clásica jugaron a favor de que se viniese a casa, donde luce tan ricamente, eso sí, con una vela, en vez de una planta.