¿Dónde no está el PP?

El PP está en el cargo, en la prebenda,
en que no se desplome el chiringuito.
El PP está de espaldas al delito,
trapicheando siempre en la trastienda.

El PP está en la coba de Marhuenda,
en que la dignidad le importa un pito.
El PP está en el mando, en el machito,
en la cena, el almuerzo y la merienda.

El PP está en el cálculo, en las listas,
en entonar lisonjas marianistas
y en meter en la olla la cuchara.

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Pero donde no está (ni se le espera)
es justo en el lugar en que debiera:
donde está José Antonio Ortega Lara.

Bajo la batuta de Mariano Rajoy, el PP terminará por no estar en parte alguna, pues a diferencia de lo sucedido con Aznar, quien llevó a cabo una catarsis profunda del partido, alguna muy dolorosa, por la unidad de la formación, al gallego impasible le crecen los enanos: Pierde Asturias por el cisma con Alvarez Cascos y ahora le sale una competencia próxima a su ideología, pero con la frescura que da el no haber podido caer en la corrupción, supongo que por falta de tiempo y de poder, porque termina por afectar a la totalidad de las formaciones políticas.

El PSOE también anda desnortado: Sin un líder claro, con unas primarias generales pero no para Madrid, donde nadie puede mover la silla al Sr. Gómez, tiene en Rosa Díez una seria competencia para quienes siendo moderados, apuesten por hacer pocas  migas con los nacionalismos aldeanistas y excluyentes.

Así las cosas, el panorama político para las próximas elecciones, se nos antoja complejo y atractivo por lo que de sorpresivo pueden tener los resultados. Los tirones de orejas caen en todas partes, y el Sr. Lara haría bien en poner sus barbas a remojar salvo que en su organización importe más una cuestión de fe que de ideología. Pero ese es otro asunto…