Revista Cultura y Ocio
Donde se cuenta la donosa y asombrosa historia de el palmar de troya
Publicado el 08 noviembre 2010 por JimalegriasAprovechando la turbovisita del Obispo de Roma, puntal de la Iglesia Católica, cabeza mitrada del Colegio Episcopal, Jefe de Estado y soberano de la ciudad del Vaticano, localidad bizarra donde la inmensa mayoría de sus habitantes son hombres y van disfrazados como si viviesen todavía en el País de los Pitufos, en Pitufilandia... o sea, enderesumiendo, que naturalmente me estoy refiriendo al tipo alemán éste que se parece mogollón al Emperador Palpatine que sale en la precuela de Star Wars...
Pues eso, que aprovechando la explosión de fe y espiritualidad que nos ha rondado morena el pasado finde por estas latitudes, vamos a narrar aquí los hechos paranormales e insólitos acaecidos hace años en la localidad de Utrera, a unos 40 km de, ¡¡ozú!!!, Sevilla y que han dado lugar a ese monumento dedicado al disparate, la psicopatía y la fantochada rupestre más conocido como El Palmar de Troya y su Iglesia Cristiana Palmeriana.
Así que comencemos ahora mismo con la cronología de los luctuosos hechos y bizarros sucesos acaecidos en las cercanías de Utrera hace unos pocos años:
1968: Lo de siempre. Cuatro niñas asilvestradas y medio analfabetas de la pedanía de Utrera dicen haber visto la silueta de luz de la Virgen con las piernas apoyadas sobre una mata, que no es lo mismo que ver a la Virgen con una buena mata entre las piernas, sin depilar bien antes las ingles. Bueno, pues aquí sucede lo clásico en este género alucinógeno y esquizoide conocido como ,tachán, tachán, ¡¡las apariciones marianas!!: que todas las beatas, ceporros y rústicos impenitentes de la comarca y de los alrededores se creen a pies juntillas lo primero que se le pasa por la febril imaginación a las cuatro fantasiosas núbiles y sus calenturientos delirios sexuales preadolescentes que sólo un viril Sánchez Dragó podría haber calmado. No hay una explicación racional y fundamentada para este fenómeno exótico de contagiosa estupidez colectiva, a no ser que la carencia de proteínas de la época- el racionamiento y esas hambrunas- entorpeciese las capacidades cognitivas de todos aquellos demenciales gaznápiros de provincias.
1968-1969: Un corredor de seguros de Sevilla llamado Clemente Domínguez y Gómez- más conocido en los ambientes homogayers de Sevilla como "La Voltio"- pasa por allí, pulsa sobre el terreno el estado de las cosas, contempla ensimismado toda la afluencia de peregrinos que la visión de las niñas había traído y viendo una evidente oportunidad de hacer negocios y duros fáciles a costa de toda aquella pobre gente sin luces, se decide a sacarle tajada.
Hay que recordar que la madre de Clementino era un fanática católica que le confeccionaba trajecitos de cura y le hacía altares para que el niño oficiase misas infantiles en casa, como si fuese el "Quimicefa" pero en versión Religión chusca. No nos extrañe que con esa madre y esos juegos pubescentes dodecafónicos, quedara Clementino con sus falcultades mentales perturbadas para la posteridad.
Así que, aprovechando el nicho de mercado abierto, el 30 de septiembre de 1969(todavía ni se había estrenado la primera temporada del UN DOS TRES con Don Cicuta) Clemente goza de su primera visión mística, que suelen ser igualitas a todas las apariciones y visiones místicas que en el mundo han sido, son y serán: luces de colores, formas seráficas en el firmamento, vírgenes fosforescentes sobre arbustos, mensajes lapidarios de reacción a tanta modernidad yeyé y minifaldera, estados de trance risibles y vergonzantes, etcétera.
El pack completo- bueno, bonito y barato- del psicópata-timador tipo.
1970-1972: Comienzan las conversiones, la curaciones esperpéntico-milagrosas de postrados enfermos y paralíticos de pega, las donaciones millonarias- 16 millones de las antiguas pesetas- de baronesas taradas... con esta pasta de una noble y vieja clueca Clemente y su amigo Manuel Alonso Corral, ambos más aficionados al pescado que a la carne, compran unas tierras en la finca llamada La Alcaparra, donde habían ocurrido las apariciones de la Señora, y se disponen a montar el chiringuito espiritual éste de todo a 1 euro.
Clemente se lo monta una noche para sufrir estigmas provocados por su fe por la Virgen; cuentan sus seguidores que pierde más de 16 litros de sangre. Un formidable milagro, sobre todo si tenemos en cuenta que una persona adulta tiene solamente unos 5 litros de sangre dentro de su cuerpo.
Este dúo humorístico-religioso, los Pajares y Esteso de lo espiritual español, también predice el fin del mundo para 1972 y excava mientras tanto un pozo en medio de la finca de La Alcaparra cuya agua dicen que posee efectos curativos milagrosos, aunque las autoridades lo precintan poco después porque ese agua estaba totalmente contaminada y no es ni apta para consumo ni animal ni humano ni vegetal.
Pese a todo este desatino existencial, los bribones de Clemente y Manuel, a través de diversos estudios de mercado sobre las necesidades y demandas de cosos paranormales que la gente de ese terruño posee, van consiguiendo poco a poco mayores beneficios en la venta de sus productos intangibles.
Como los coñazos de Anway, los de los Tupperware o los que invierten en Afinsa, mismamente.
1974: Clemente y Manuel están de gira con su show para necios y paramecios por Europa y Asia, como si fuesen miembros de la orquesta de Camilo Sesto, y se encuentran en el psicotrónico peregrinaje global a gentes igualitas que ellos(por lo defectuosas en que se encuentran sus terminaciones neuronales), como el católico suizo Maurice Revaz o el Arzobispo vietnamita Ngo Dinh Thuc Pierre Martín, que da autencidad a la falcatruada de las apariciones aquéllas de Utrera y los ordena a ambos Obispos.
Lo de encontrarse a un arzobispo vietnamita católico que los ordena ya es el súmmum de la bizarrada ésta, que parece sacada de un guión marciano de Mariano Ozores, que en paz descanse, para Esteso y Pajares o incluso de algún pasaje apócrifo del Quijote: "De lo que le aconteció al perturbado Don Clemente y a su lacayo Manuel cuando se atoparon en la posada con el Arzobispo Vietnamita Ngo Dinh Thuc Pierre Martín, que fue una de las más raras aventuras que en esta verdadera historia se cuentan".
1976: Fecha clave. Varios sacerdotes católicos ordenados colaboran con esta orden de los Carmelitas de la Faz, como se llaman a sí mismos. La Iglesia oficial chusca, la otra, la de siempre, la que registró antes a Dios en la SGAE, viendo que lo de estos dos vivales ya pasa de castaño oscuro, toma cartas en el asunto y ambos son encarcelados por llevar hábitos sin autorización. Posteriormente serían excomulgados por Pablo VI.
Salen de cárcel y Clemente, Manuel y otros tres obispos palmaristas sufren un accidente en coche y Clemente se queda ciego por culpa de las heridas que padece durante el impacto, aunque él mismo anuncia tranquilamente que la Virgen le curará, milagro éste, extrañamente, que nunca llegó a suceder.
1977-1978: Nuestro amigo Clemente dice que Jesucristo y la Virgen lo han coronado en una de sus visiones nocturnas como único Papa en la tierra. Se lleva a cabo la ceremonia de consagración en el lujoso templo construído en la finca de La Alcaparra, El Palmar de Troya utrerano, y Clemente se convierte en el primer Papa andaluz, haciéndose llamar Gregorio XVII. La Iglesia de El Palmar de Troya ya posee entonces diócesis y archidiócesis en Europa y EEUU; un ejército de 60 sacerdotes, 70 monjas y miles de seguidores palmarianos fanáticos de la ideología y creencias de estos desquiciados mentales.
Mientras tanto, el invidente Papa Gregorio XVII eleva a los altares a personas santas, humanistas y ejemplos de vidas dedicadas a los demás como Adolfo Hitler, Francisco Franco, Primo de Rivera, Carrero Blanco, Don Pelayo...
Los Palmarianos excomulgan a todo el Vaticano y a quienes no crean a pies juntillas en sus dogmas medievales.
1980- 2010: La construcción de la sede de la Iglesia de El Palmar de Troya en Utrera ha costado más de 500 millones de pesetas y el templo está protegido por guardias armados. Clemente Domínguez y Gómez, también conocido como Gregorio XVII o "La Voltio", muere en 2005 durante la Misa de Pascua y a éste le sucede el Papa Pedro II o, lo que es lo mismo, su amiguete gayer de siempre Manuel Alonso Corral.
Los fieles que han conseguido abandonar El Palmar de Troya han denunciado abusos sexuales de todo tipo, parafilias, orgías, mutilaciones genitales, robos, castigos físicos de toda suerte e índole y una sumisión absoluta a los Obispos y al Papa Clemente y Pedro II.
Lo que cuentan sucede dentro de esas murallas es de traca y digno de ser narrado por un cronista del tipo del Marqués de Sade o algún psiquiatra de año sabático que prepara su Tesis Doctoral sobre enfermedades mentales colectivas.
Solamente dos cosas más: no os penséis que la bizarras historietas de El Palmar de Troya y sus gentes esquizofrénicas son muy distintas en lo esencial a las demás religiones que en el mundo han sido, son y serán. Para nada. A los hechos y su Historia me remito.
Y también decir que las predicciones de los Palmarianos vaticinaban que el Papa Gregorio XVII moriría crucificado en Palestina y resucitaría al tercer día, como Jesucristo Superstar. La primera parte no se ha cumplido, pues ya sabéis que el Papa Clemente murió durante una misa de Pascua mientras entraba en trance, pero para la segunda anunciación, la esperada resurrección, todavía somos muchos creyentes los que continuamos esperando a que el gran Clemente vuelva del reino de los muertos para sacudirse el polvo y regresar a Utrera para darlo todo de nuevo sobre el altar.
Saludos de Jim y ¡¡¡viva el Papa Gregorio XVII!!!