Probablemente sólo con ver el título de esta entrada ha saltado una chispa en vuestras cabezas que os haya hecho pensar: "¿Donkey Kong? Esto tengo que leerlo". No es de extrañar, desde luego, que en ocasiones un sólo nombre sea capaz de despertar una sensación de interés por algo relacionado con él. Menos extraño es todavía, si ese nombre tiene relación alguna con Nintendo, y llega a resultar casi evidente que el interés sea todavía más grande si el tema en cuestión tiene relación alguna con un mono con corbata. Es en ese punto cuando uno mira hacia algún lugar olvidado del lindero que separa lo grande de lo sublime y lo fantástico de lo inmortal, y se da cuenta de que hay unas huellas que la última vez no estaban ahí, junto a una inscripción que tan sólo consta de dos letras: DK.
A algunos esas huellas no nos han pillado de sorpresa, y realmente estábamos esperando con ansia el día en que pudiéramos verlas de nuevo en la jungla de títulos sin-sentido de Nintendo Wii, para poner, aunque fuera, un poquito de orden. Eso ya ocurrió el pasado 3 de Diciembre, y aprovechando que el pasado fin de semana me decidí a cerrar todos los asuntos que tenía pendientes, como ya comenté en el análisis de Assassin's Creed: La Hermandad, por fin le ha llegado el turno a Donkey Kong Country Returns. Esta vez no tenía excusa, porque el juego lo tenía terminado desde navidades, así que corramos un tupido velo ante el hecho de encontrarnos ya de manga corta y en pleno Abril, y empecemos a hablar del título de Rare Retro Studios, que ya toca.
-La variedad de retos.
-La originalidad de muchos escenarios.
-La dificultad, medida con una maestría pocas veces vista en el género.
-Es un mono con corbata, no sé cuántas veces queréis que lo diga.
-¡La banda sonora es fantabulosa!
-No hay más títulos como este.
-El control con el mando de Wii falla en algunas situaciones concretas.
-Quizá algún jefe final es un poco "random-idea".
-Que se acabe.
-Las fases de minijuegos se repiten demasiado.
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