Revista Cultura y Ocio

Dorian Gray de Enrique Corominas, la bella del monstruo

Publicado el 27 agosto 2012 por Ruta42 @ruta42

Dorian Gray de Enrique Corominas, la bella del monstruo

La belleza solo es tal si hemos conocido la fealdad. Lo que hoy es hermoso mañana puede convertirse en nuestra mayor pesadilla, en un parpadeo todo puede volverse oscuro y que la luz de antaño desparezca.

La historia de Dorian Gray es bien conocida y todos, supongo, hemos leído el relato de Oscar Wilde sintiendo un cierto estremecimiento al pensar ¿y si fuera así? ¿Qué pasaría si ninguno de nuestros pecados tuviera repercusión? Nos gusta creer que no haríamos lo mismo, que nuestros principios estarían por encima de las tentaciones pero a la vez sentimos ese escalofrío en la nuca que da el dejarse llevar, el ser dominado por los impulsos y las sombras.

Enrique Corominas ha hecho suya la obra original, la ha dotado de vitalidad, de un corazón lleno de tinieblas, de coloristas pasillos en los que no existe la inocencia excepto una vez y solo para ser destruida. El ilustrador logra captar a la perfección todas las ideas que el literato inglés intenta transmitir en sus páginas, haciendo que nos estremezcamos mientras vemos como ese joven tan bello y hermoso cae en la más absoluta de las corrupciones.

Dorian Gray de Enrique Corominas, la bella del monstruo

Su buen trabajo ha conseguido que un material de sobra conocido luzca nuevo ante todos nosotros, muestra del largo tiempo que ha estado implicado con esta fascinante historia en una trayectoria que ha durado algo más de un lustro. Durante toda su vida, y así lo ha dicho en charlas y conferencias, siempre había anhelado con poder llevar hasta las viñetas la sórdida caída de este ángel hasta el infierno, y se nota la pasión en cada viñeta, en cada trazo en el que deja claro que el arte es un parte tan fundamental de la vida como lo es la propia muerte.

Hace pocos años llegó a las cines una adaptación de este mismo relato, un intento de conformar en la gran pantalla un cuento moral con tintes dramáticos y que se quedó en poco más que una diversión, aunque en algunos puntos rozaba el tedio. Enrique Corominas consigue precisamente lo que Olive Parker solo llegó a soñar, una auténtica traslación de las letras a un medio visual, dando su propia visión pero conservando toda la pureza del original de Oscar Wilde.

El retrato de Dorian Gray es una obra inquietante, perturbadora y por encima de todo fascinante.

Dorian Gray de Enrique Corominas, la bella del monstruo

Doc Pastor

Escribo de cine, cómic y lo que haga falta (ahora un libro divulgativo). Fundador-Director Editorial de Ruta 42, coleo por más sitios. Mi perrito se llama Loki.

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