España se ha convertido en un ejemplo para el resto de países. Mejor dicho, España no; son los ciudadanos que han despertado los que son un ejemplo para todos los demás. Los otros, los que seguimos engordando barriga en nuestros sofás y en nuestros trabajos, delante de un ordenador o en cualquier otro sitio, nosotros, no somos ejemplares. Hacemos lo de siempre. Para los de siempre. Por lo de siempre. He visto desarrollarse el proceso de alienación en mucha gente. Compañeros que abanderaban causas perdidas y se perdieron en el camino. Gente que quería cambiar el mundo y acabó siendo el ratón que más rápido hace rodar la rueda. Personas que eran contestatarias y ahora sólo asientan con la cabeza. Altos que ahora son bajos. Defensores de la dignidad que ahora se dejan insultar. Así son las cosas.
Por si aún hay tiempo de recuperar a alguno de nosotros, de nosotros los indecisos, nosotros los escépticos, por si acaso, aconsejo leer este texto de Ramón Lobo: http://www.ramonlobo.com/2011/05/21/por-que-estoy-en-la-puerta-del-sol/ Es de hace un tiempo, claro. Pero es la esencia del perfume que me gustaría ponerme por las mañanas. Cada uno podemos ser rompedores a nuestra manera. Así es que, si aún queda algo de rompedor en nuestro interior, por mínimo que sea, despertémoslo. Es el momento.