Se ha demostrado que un buen descanso es bueno para la salud, para la memoria y también para adelgazar, por eso es conveniente tener unas pautas de descanso, descansar siempre a la misma hora y la cantidad de horas que necesites.
Al dormir bien, al igual que al hacer ejercicio intenso, crece la producción de hormona de crecimiento, hormona con la capacidad suficiente para acelerar el metabolismo y, lo que es más importante, quemar grasa. Por tanto, si descansamos bien nuestro cuerpo se prepara para quemar grasa.
Además, hay una relación intensa entre sueño y apetito, de hecho unos investigadores han descubierto que por medio del neurotransmisor orexina (hipocretina) se regula el sueño, la vigilia y el apetito. Estas neuronas tienen un bajo umbral de activación, lo que hace que la falta de comida en la noche formula nuevas sinapsis que estimula las neuronas hacia la búsqueda y consecución de la comida. Además, no dormir suficiente afecta a la serotonina que aumenta el apetito.
Es muy importante también saber que las personas que duermen durante el día tienen mayor tendencia a engordar, en parte por lo antes mencionado, lo que hace que la gente que trabaja de noche tenga mayor tendencia a ganar unos kilos de más. Si puedes, mejor dormir de noche y evita dormir de día. Si no vas a dormir, sal de la cama.
Para un buen descanso has de tener una buena alimentación, que pasa por alimentos ricos en omega 3 y evitar comidas copiosas antes de acostarse. Debes dormir completamente a oscuras, de una sola vez y 8 horas diarias. Si tienes dificultades para conciliar el sueño, prueba a tomar una infusión de tila antes de dormir. No duermas con la televisión encendida y apaga el móvil o quítale volumen, evitando consultarlo durante la noche.