Cuando pensamos en una vivienda cálida, confortable y hogareña, con un delicado y clásico dormitorio para hacer hygge, todos pensamos en algo así.
A estas alturas ya todos sabéis lo que es el ‘hygge’ después de todo lo que se ha escrito sobre el tema, hasta se ha colado en la tele en una serie (por cierto, se pronuncia huu-gue, no como dicen los actores jiuga o no se que), ha quedado más o menos claro que es una expresión danesa, que no tiene traducción, pero que vendría a ser algo entre acogedor, cálido, confortable, relajado, esos momentos sin estrés, disfrutando de pequeñas cosas, etc. etc.
Hacer hygge es estar a gusto sobretodo, haciendo algo que nos reconforta, solos o con más gente, se puede hacer hygge en un dormitorio como este tan acogedor con un libro, en el salón viendo dibujos con los sobrinos, en una terraza cuqui tomando un café con las amigas, o en la piscina en una comida de domingo con la familia.
Hacer hygge no es sólo estar en el sofá con una mantita y con las velas encendidas, puede hacerse hygge en el exterior o en el interior, eso sí, el ambiente y el entorno siempre! tiene que ser bonito y agradable.
Después de este rollo, ¿qué me decís del dormitorio? precioso ¿verdad? es que todo es bonito, el papel floral en tonos pastel, la estantería String tan ligera, los textiles de lino y algodón, la cama bajo la ventana… El resto del piso de 74 m² también está a la altura del dormitorio, no os lo perdáis, ¡feliz miércoles!
Vía: Alvhem
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