Dos

Chiquinina cumple dos años. Es una niña con carácter, mimosa, cariñosa y apasionada. Sí, apasionada, para la bueno, porque disfruta mucho y se entusiasma con las cosas, y para lo menos bueno, que no se le puede llevar la contraria….

Si le digo a su hermano: A bañar- ella, que parece que está  lo suyo, se gira y grita alborotada: - Sí, bañá, bieeee !!!!!

Está loca por su hermano, al que quiere y cuida, aunque a veces tiene la mano un poco larga. Enseñarle que no debe pegar no es de todos modos tarea fácil porque él siempre sale en su defensa. Tal para cual. Se defienden siempre el uno al otro. Son esos momentos en que a pesar de estar cabreada, algo por dentro se te pone tierno y te llena de orgullo, al ver cómo se cuidan.

Imita todo lo que hace Chiquinini, y quiere hacerlo siempre todo igual que él, sin tener en cuenta la diferencia de edad, tamaño y habilidad que les separa. Así que todo es un peligro con ella.

Le encanta comer y da gritos de alegría y palmas cuando ve algo que le gusta en el plato. Se entusiasma así con las cosas.

Todos los borratajos que hace son píos, lunas o Doras. Y todos los colores del mundo son azú.

No le da la gana decir su nombre. No sé por qué, pero hasta hace dos días creíamos que no sabía decirlo. Pero sí sabe, y no le da la real gana decirlo por más que le preguntes. Ni idea de por qué.

Es provocadora, presumida, gritona y entusiasta.

Le encanta ponerse guapa y cuando estrena algo va corriendo a enseñárselo a su hermano.

Le gusta decirnos lo que tenemos que hacer con sus palabras sueltas y su lengua de trapo: "Tú, aquí, sentá"

Desde hace poco duerme ya en la cama, pero eso sí, necesita algo blandito cerca, y a falta de la súper estrujada chichonera de la cuna, ahora son dos sus peluches inseparables. Y el chupete. Además de para dormir lo pide durante el día de vez en cuando. Por ejemplo si se hace daño pide su peluche ( Bubu), su nuevo peluche (Dora) y su chupete ( tete). A menudo va por la casa cargada con todo eso.

Aunque tiene genio y no se deja convencer fácilmente, y aunque llegó a preocuparme el tema de las rabietas, no llegó la sangre al rio. Finalmente no han sido tantas como temíamos, y pocas veces son tan intensas como al principio. Esperemos que siga así, y cada vez se controle mejor.

Lo que ella necesita son mimos y atención, que sólo tiene dos añitos.¡Guapa!