Hoy hace dos años di el paso para comenzar. En ese momento la cosa se resumió a tomar una libreta y empezar a escribir nombres de dominios. Sabía que quería escribirle a la simplicidad, pero todavía no estaba clara la causa del minimalismo. Fue una tarde de ensayo y error, pero al final fue una voz interior la que me dio el mensaje: "no te enredes, mantén las cosas simples...", y esto fue como una ruptura. Algo se rasgó para siempre.
Ya había florecido el nombre del dominio, además que era uno que se podía leer de dos formas sin perder la intención del sitio:
Uno era actitud y el otro era mandato, uno era convicción y el otro la acción para encarnar esa misma convicción. De ahí para adelante la vida me fue poniendo "el tema" y los temas que han ido yendo y viniendo. Lo mismo tiene que ver con la evolución en los textos, la redacción y la estructura de las entradas. Escribo para mí y para una que otra persona que se da una pasada por aquí y encuentra algo que le sirve.
Dos años después, y prácticamente con seiscientos (600) seguidores en un blog altamente especializado, dos años decidido a alejarme del ruido y la trivialidad generalizadas en la web, puedo decir que el balance y el aprendizaje son positivos. Ha habido épocas de profunda y prolija inspiración y otras en las que más bien hago la pausa y descanso porque tampoco sé qué decir.
Agradecimientos
Llegar hasta aquí sin agradecer sería injusto. El primer agradecimiento es para mi esposa que me alentó a dar el paso. El segundo agradecimiento fue al entorno en el que estaba viviendo en ese momento y que me obligó a buscar una válvula de escape. El tercer agradecimiento fue para mi amigo Julián Correa que me venía alentando desde hacía un par de años para que abriera un blog: "Deberías tener uno..." me decía con convicción. El cuatro agradecimiento es al nutrido grupo de lectores españoles que solitos hacen más del 46% del tráfico del sitio; es impresionante. El quinto agradecimiento es para todos aquellos que me siguen y que también interactúan dejando sus comentarios; ellos saben bien quiénes son, a prácticamente todos lo sigo también.
Hace un tiempo, en un blog que sigo, hablaba de una estadística: cerca del 95% de los blogs que se abren en el mundo no sobrevive a su primer año. Las principales razones tienen que ver con:
- Falta de disciplina
- Crisis de inspiración
- Empezar el blog por un arranque emocional...
- Agotar el tema muy rápido
- Desánimo por la falta de tráfico
El lado bueno de la historia con Mantenlo Simple es que ni una cosa ni otra me ha afectado. He sido capaz de sostener el compromiso de por lo menos hacer una publicación a la semana sin que eso sea una carga, por el contrario, siempre es un disfrute hacerlo, una catarsis. Tampoco me ha faltado inspiración... acepto y afronto que he tenido mis crisis y mis bajones, pero he ido aprendiendo que son temporales y que normalmente salgo hecho un mar de inspiración... nunca ha sido nada tan grave como para dejarme llevar por el impulso de acabar con el sitio ¡Aunque más de una vez incluso haya pensado en echarlo al olvido!
A ver blogueros ¡Quien esté libre de pecado que lance la primera piedra!
Aquí tampoco hubo arranques emocionales. Sí un válvula de escape, pero no arranques. El blog parece destinado a seguir sirviendo. Julián, el mismo amigo que me "incitó", alguna vez me preguntó que si no estaba haciendo una apuesta por un tema que fácilmente se podría agotar... Hoy, aquí sentado, tengo tema para las próximas veintisiete (27) semanas, así que el problema tal vez no sea ese. También tengo muchas ideas que quiero explorar, pero lo que me falta es tiempo para irlas haciendo... poco a poco las iré cristalizando.
Me alegra estar aquí contando esta historia. Me alegra estar celebrando esta manifestación. Espero que siga siendo útil. Gracias a ti por estar aquí y leerme.
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