Revista Cultura y Ocio
Dos años hacen hoy de le pérdida irreparable de quizás uno de los mayores renovadores, estandartes y genios del flamenco y de la guitarra flamenca en particular, el algecireño Paco de Lucía. Un auténtico malabarista de las 6 cuerdas, cuya carrera es extensa, variada y ante todo de mucha calidad. Tanto sus discos en solitario, como los muchos que hizo con Camarón de la Isla al cante, varios de ellos (por no decir casi todos) cátedra del flamenco, colaboraciones, discos con artistas de otros géneros como Al Di Meola, John McLaughlin o incluso Pat Metheny y Bryan Adams, son historia de la música.En 1973 editó su quinto elepé en solitario, que iniciaba un nuevo ciclo en su carrera titulado Fuente y Caudal. Aquí el nivel sube más todavía, tanto técnicamente como en estilo, llegando ya a niveles de genio. Hablamos de una época, donde Paco es muy popular gracias al tema Entre dos aguas de este álbum, y además sirve como trampolín a mucha gente para acercarse al género del flamenco, ya que aquella canción iba más allá, no sólo era flamenco y a la vez era puro flamenco.
En este disco hay 8 composiciones, a pachas entre Paco y Torregrosa. La segunda guitarra corre a cargo de Ramón de Algeciras, incluyendo la propia Entre dos aguas con bajo y bongo, la versión definitiva de la canción.El tema que daba título al disco es una taranta maravillosa, que hoy os dejo en recuerdo del más grande, interpretada en Francia en 1974.