El 6 de diciembre pasado se cumplieron dos años desde que empecé con este blog. En 2009 me acordé y puse una nota sobre aquel primer aniversario, pero la verdad es que este año se me olvidó completamente y no creo que fuera por mi trabajo actual, por los artículos que estoy escribiendo, como siempre con retraso, sino por haberme habituado ya a tener esta (como dirían los cursis) ventana hacia el ciberespacio. No voy a repetir lo que escribí el año pasado sobre estadísticas, porque tampoco me las creo demasiado, y porque la verdad es que cada vez las consulto menos, recuerdo que al principio me encantaba saber quién había entrado y desde dónde, aunque también desde el principio pensé que muchos entrarían, pensarían que este blog es una estupidez y saldrían a toda velocidad, contabilizándose esa entrada igual que la de otro visitante que fuera capaz de leer algo y que además, en algún caso remoto, le gustase lo que leía.
He de confesar que este terrible 2010 no ha sido malo para mí, estoy bien, he tenido oportunidad de escribir varios artículos y dar algunas conferencias, la salud y el trabajo van como siempre y, sobre todo, sigo con quien quiero estar... mientras me aguante. Ante todo, debo dar las gracias a todos los que han colaborado aquí y, como siempre, les animo al debate y a aportar lo que deseen. Muchas gracias y ánimo para lo que nos espera en el 2011.