Sinopsis: Apasionante novela romántica ambientada en Bruselas en 1815.Lord Broomfield, el duro y abnegado comandante de húsares del ejército británico, jamás hubiera esperado reencontrarse con Miss Stella Hatton en un elegante salón de Bruselas.La última vez que se vieron fue hace ocho años, cuando el entonces conde de Harding, fanfarrón y egoísta, había apostado en un club de caballeros que sería capaz de enamorar a la dama antes de que terminase la temporada... Con lo que no había contado era con enamorarse a su vez de la joven.Sin embargo, lo que había comenzado como un simple juego pronto se convirtió en una pasión que provocó la caída en desgracia de Stella. Ahora, con las tropas de Napoleón amenazando la paz en Europa, Lord Broomfield tiene ante sí un reto aún mayor: recuperar el corazón de la dama, que está a punto de contraer matrimonio con un misterioso caballero del que nadie parece saber nada.
Opinión personal:
«Dos corazones en Waterloo» es de esas novelas en las que la única pega que puedo ponerle es su corta extensión. Está narrada de forma muy cuidada y con mucha dulzura, creo que esa palabra la resume de forma muy acertada.Segundas oportunidades, reencuentros y, no nos vamos a engañar, el típico argumento de calavera cazador convertido en enamorado cazado confluyen para narrar la historia de una superviviente, Stella, que una vez conocida la ilusión de saberse amada ve su vida reducida al más puro ostracismo, sin que casi le importe porque lo que le han robado no es su virtud sino su esperanza y su corazón.
Violeta Otín emplaza su historia en Bruselas, en plena época de la guerra napoleónica justo antes de la batalla de Waterloo. Tiempos en los que allí había desplazada una pequeña parte de población británica que había formado su propia sociedad, y en la que como si no se estuviera en guerra, se podía asistir a bailes y cenas. Hasta allí se ha trasladado Stella con su familia y es en uno de esos bailes donde arranca la trama.
Stella es un personaje que me ha gustado mucho, se ha convertido en una mujer fuerte y decidida no alejada de la vida social pero que sabe que su futuro está fuertemente marcado por su pasado. Atrás quedaron los sueños de jovencita en búsqueda del amor, dejando de lado su físico que no cumple con los cánones de la belleza de la época. Es un personaje en el que impera la calma y el sosiego, no sin falta de chispa pero sí que denota que ha asumido con inteligencia cual será su porvenir y que se encuentra cómodo con sus circunstancias.
El conde de Harding también ha evolucionado, hace ocho años que dejó de ser aquel calavera que no tenía más preocupaciones que ir de copas con sus amigos y pasearse por los salones arrancando suspiros bobalicones de las jóvenes debutantes.
Las novelas de reencuentros son complejas pues dependiendo del pasado de los protagonistas es más o menos dificultoso creerse la reconciliación. Pero, al mismo tiempo, pueden ser ideales para los relatos cortos ya que la autora tiene que realizar menos esfuerzo en convencerte de que la pareja está enamorada. Creo que aquí la autora sí se ha tomado dicha molestia. Pese a que parte de una situación presente, a través de un flash back nos relata el cómo y el porqué de la separación de Stella y George y, quizás de forma algo precipitada, la evolución de su relación a partir de ese reencuentro.
El estilo de la autora ya me gustó en su anterior novela, «Hierro y seda» y ahora su relato me ha resultado de lo más elegante. Su estilo emula de forma muy correcta a las autoras clásicas del siglo XIX, con diálogos con doble sentido de los que tanto me gusta disfrutar. Quizás no sea del gusto de todas las lectoras pero a mí me hace disfrutar de cada frase que leo.
En su conjunto es una historia muy bonita, que Violeta Otín transcribe sin presentarse como juez de los actos de sus personajes. El entorno en el que se asienta la historia está bien documentado, consiguiendo remarcar con acierto el doble raso con el que se juzgaba a los jóvenes en su época.
No suelo comentar muchos relatos cortos porque la mayoría de los que he leído se resumen en apenas unas cuantas escenas compartidas y de las que el lector se ha de imaginar todo el resto de la trama y pese a que dependiendo de quien los haya escrito, los he disfrutado mucho, poco explican y mucho dejan a la imaginación.
No voy a negar que me hubiera gustado ─ y creo que la historia daba mucho de sí─ que Violeta se extendiera en su relato, conocer más de esos años de separación y saber más de la situación de cada uno, aún así, creo que es una historia, que pese a su brevedad, está bien estructurada, no queda coja en ningún momento y el lector conoce el carácter de sus personajes. Eso es decir mucho.
Violeta Otin es una autora que me está gustando mucho.
«Dos corazones en Waterloo» es una novela corta muy dulce, escrita de forma elegante que recomiendo a las amantes de la histórica.
Ficha del libro: - Ficha de la autora:
Pepa