Un juzgado español en Madrid ha ordenado a la Interpol la búsqueda y captura de un exmilitar del ejército estadounidense tras señalarlo como presunto autor del “triple crimen de Usera“, en el que fueron asesinadas brutalmente tres personas, entre ellas dos mujeres cubanas.
El exteniente Dahud Hanid-Ortiz habría matado en junio de 2016 a Elisa Consuegra, de 31 años, y Maritza Osorio, de 46. La tercera víctima era un cliente del bufete de abogados que fue escena del crimen, un ciudadano ecuatoriano de nombre John Pepe Castillo Vega, según confirmó Cubanet.
Según relata el diario El Español, se trató de un crimen con motivaciones personales que, sin embargo, no terminó con la vida del objetivo que buscaba Hanid-Ortiz, el abogado peruano Víctor Joel Salas.
Salas mantuvo relaciones sexuales y amorosas con una médico alemana que estaba casada con Hanid-Ortiz.
De acuerdo con la investigación, Hanid-Ortiz habría llegado sobre las 2:00 p.m. al bufete. Preguntó por el abogado a las dos mujeres que compartían el despacho con él: su secretaria, Osorio, y la abogada Consuegra.
Osorio contactó al abogado por teléfono para indicarle que había una persona muy nerviosa que le buscaba en su lugar de trabajo. Pero su jefe, intuyendo la gravedad del asunto, no se apareció.
Fuentes judiciales dijeron que el asesino se introdujo en el baño de la oficina y allí sacó un machete que llevaba consigo. Al salir del servicio, degolló a Consuegra y le clavó el machete cerca del tórax.
La otra cubana, al darse cuenta del asesinato de su compañera, cogió una palanqueta que había en el despacho para defenderse. Sin embargo, el asesino pudo imponerse a la mujer, le arrebató la palanqueta y le destrozó la cabeza con ese mismo objeto.
Luego el asesino esperó durante horas, dentro del despacho, a que llegara su verdadero objetivo. A las 5:00 p.m. apareció su tercera víctima, que no era el abogado Salas sino el ciudadano ecuatoriano. A este último el exteniente Hanid-Ortiz le golpeó varias veces en la cabeza con la misma palanqueta, destrozándole el cráneo y provocándole la muerte inmediata.
Tras la matanza, el asesino intentó quemar los cuerpos y se marchó. El incendio fue visto desde afuera de la oficina y los bomberos acudieron a la escena, pero entre el fuego y las labores para apagarlo se perdieron evidencias del caso.
No obstante, la tapa de una botella de agua de una marca que solo se vende en Alemania, donde reside el exmilitar, ha sido clave para el esclarecimiento del crimen. Hanid-Ortiz huyó de Alemania a EE.UU. después de que las investigaciones trascendieran en la prensa.
La Interpol sospecha que el criminal está en EE.UU., aunque no se descarta que haya huido a Venezuela donde podría tener un refugio.
Los restos de Elisa Consuegra y de Maritza Osorio, la primera de La Habana y la segunda de Holguín, habrían sido repatriados a Cuba luego de que su jefe prometiera asumir los gastos del proceso.
Con información de Cubanet.
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