Revista Libros

Dos de noviembre

Por Marapsara

  No quiero

que mis muertos descansen en paz

tienen la obligación

de estar presentes

vivientes en cada flor que me robo

a escondidas

al filo de la medianoche

cuando los vivos al borde del insomnio

juegan a los dados

y enhebran su amargura

los conmino a estar presentes

en cada pensamiento que desvelo.

No quiero que los míos

se me olviden bajo tierra

los que allí se acostaron

no resolvieron la eternidad.

No quiero

que a mis muertos me los hundan

me los ignoren

me los hagan olvidar

aquí o allá

en cualquier hemisferio

los obligo a mis muertos

en su día.

Los descubro, los trasplanto

los desnudo

los llevo a la superficie

a flor de tierra

donde está esperándolos

el nido de la acústica.

Dos de noviembre
 
"Los dones previsibles", Stella Díaz Varín. Editorial Cuarto Propio, 1992

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