Dos días han pasado para que suceda esta maravilla.
Ya creía que no habría flores, pero el poco frio que ha llegado, parece que ha permitido seguir el ciclo. La camelia solo florece en invierno.
Y, sí, ha sido en cuarenta y ocho horas: un día le hago una foto a un capullo. Dos días después, se ha convertido en una flor hermosa. Ojalá eso pasara en la vida real humana…