Tener críos en casa llena tu vida de una forma total y absoluta. Anécdotas, sorpresas, costumbres...
Una de las cosas a destacar es que, en muchas cosas, te hacen volver a tu niñez. Las colecciones de cromos, el fútbol (aunque yo era de baloncesto)... Todavía tienen que llegar muchas historias, pero de momento, me voy a quedar con una: Los gusanos de seda.
Supongo que tú también tuviste gusanos de seda cuando eras pequeño. Jo. Yo recuerdo perfectamente las cajas de zapatos llenas de gusanos. Cómo lo pasábamos de mal para conseguirles la morera. Lamentablemente, en mi barrio no había, pero en una rambla que había en la parte trasera de mi colegio, el de la EGB, había un montón de arbolitos pequeños con el codiciado alimento de los gusanillos.
No corrimos veces ni nada con nuestras bolsas de plástico llenas de hojas. ¿Que por qué? La policía nos perseguía, resulta que decían que rompíamos los árboles. ¿Te lo puedes creer? Vamos, parecía que estuviera prohibido coger la morera. Exagerados. Tenía su gracia. Venga a correr. Además, cuando la ibas a buscar, era toda una aventura. Ya ibas pensando en lo que iba a ocurrir. Si nos van a pillar... Si no... Uno que vigilara mientras los otros se encaramaban a los árboles... El que vigilaba gastaba la típica broma: "¡¡Que vienen, que vienen!!" Y luego se partía la caja a tu costa.
Afortunadamente, aquí tenemos un árbol enorme que además está en la montaña, y sabemos coger la morera. Reconozco que en aquella época nos cargábamos los árboles, no teníamos ni idea. Ahora le explico a los niños cómo recolectar las hojas. De dónde cogerlas, de dónde no, no romper las puntas de las ramas...
Los gusanos de seda no hacen otra cosa que comer. Cada día a ponerles hojas de morera... Y luego sus cagaditas, que son como las pastillas juanola, negras, duras... Por suerte no huelen...
Cuando ya están gordos, se hacen el capullo. Sí, podrás pensar que hay más de uno cerca que hace el capullo a todas horas, pero en este caso es un capullo diferente. Yo no sé por qué se le llama a lo que hacen algunos "hacer el capullo", de verdad, no le veo la analogía, aunque reconozco que hay un montón de capullos a nuestro alrededor, incluso hay un frase que siempre me ha encantado: "El capullo de hoy, puede ser tu jefe de mañana". Cuanta sabiduría contenida en una frase tan sencilla...
Del capullo salen unas mariposas... Bueno, parecen gusanos con alas, porque no es la imagen que tenemos de las mariposas tan bonitas que revolotean por ahí. Estas, por no hacer, ni vuelan. Salen del capullo y lo único que hacen es buscar a otra para aparearse. Juntan los traseros (ni siquiera se miran) y luego a poner huevos para acabar muriendo. Tienen su parte práctica, no tienes que darles de comer, a fin de cuentas, en la metamorfosis que ocurre en el capullo, pierden el aparato digestivo... Maravillas de la naturaleza.
Su único objetivo es aparearse. Han eliminado cualquier otro vestigio físico que pueda distraerles de su función básica. Viven un par de días y sólo para eso... ¡Qué triste!
Joder, luego nos quejamos de la vida que llevamos. Sí, de acuerdo, la suya es más simple, y se dedica única y exclusivamente a lo que otros muchos quisieran: Dos días de sexo. Pero no sé, me parece la simplificación más absoluta de un ser complejo. Sí, vale, que sí... Pero sigo pensando que es simplificar a saco.
Ahora que han puesto huevos, guardaremos la caja hasta la primavera que viene, en la que empezarán a salir los gusanos, y volver a empezar...
Al final, la vida que llevamos, no es tan jodida, ¿no?
Que vaya bonito,