Belén Rodríguez
CIUDAD REAL
En Guadalmez este fin de semana no se habla de lotería, sino de la grave reyerta del viernes por la noche que terminó con un guardia civil herido de un navajazo y otro golpeado por dos hermanos muy conflictivos, que intentaron agredir a un tercero, Eulalio Barranquero, el dueño del bar El Grajo, que ha vivido para contarlo pero que según asegura a este periódico está completamente destrozado “siento una terrible impotencia por lo que me pueda pasar a partir de ahora a mí y al resto de mi familia”.
Los detenidos son José y Manuel C.D. dos hermanos de 54 y 56 años, que al parecer tienen viejas rencillas con Barranquero. “A José lo he denunciado muchas veces. Lleva veinte años obsesionado conmigo y no les dejó entrar en el bar, claro que ellos tampoco lo intentan”.
El caso es que el viernes sobre las nueve y media de la noche uno de los hermanos intentó entrar en el bar armado como una motosierra, después de darse una vuelta profiriendo gritos e insultos por el parque próximo al establecimiento. No consiguió entrar, la gente que estaba allí salió a la puerta y se lo impidieron. El dueño aprovechó para llamar a la Guardia Civil que envió a una pareja de Almadén.
Pero ni por esas, los agentes no lograron que se entregara y eso que acudieron a su casa, a doscientos metros del bar. En vez de eso el principal agresor salió acompañado de su hermano y esta vez armados con un palo y una navaja respectivamente con las que se enzarzaron con los guardias. “Menudo espectáculo el guardia corriendo y ellos persiguiéndolo", explica Barranquero.
Al final con la ayuda de otros vecinos y de un ‘mosso de escuadra’ del pueblo que está de vacaciones y se encontraba por allí lograron reducirlos. No obstante uno de los guardias que estaba luchando a brazo partido con uno de los hermanos recibió un navajazo en la mano, nada serio en principio.
“Si llegan a tener escopetas habría habido muertos”, afirma Barranquero, que teme que un día "aquí pase lo que en Puerto Hurraco". "Siento impotencia, es una pena que las personas normales tengamos que encerrarnos en casa y que ellos deambulen tranquilamente", dice este hombre que intenta ganarse la vida en su negocio. Eulario no sólo teme por él, sino por el resto de su familia, su mujer, sus hijos y su padre un septuagenario.
Los hermanos están detenidos y bajo custodia policial en Almadén. Este domingo declararán ante el juez que se ha hecho cargo del caso.
La alcaldesa de Guadalmez, Elena Sierra, lamenta lo sucedido que califica de "un hecho puntual aunque grave". Y afirma que precisamente uno de los detenidos tiene problemas mentales y estaba siendo tratado con cargo a los fondos de los que disponía el Ayuntamiento para planes de inserción social. "Ahora con los recortes de la Junta sólo tenemos seis becas del programa PRIS. Me consta que este hombre ha dejado de tomarse la medicación".
Al parecer los detenidos tienen antecedentes y uno de ellos estuvo en prisión también por una agresión violenta.
Fuente: lanzadigital.com
Fotografía: abc.es/camome