Dos libros importantes para entender un solo mal que es muchos males a su vez

Leer una vez más a El Emperador de todos los males y La enfermedad y sus metáforas, simplemente por que son libros impresionantes. Además el ambiente en mi trabajo, esta rodeado de eso, trabajo con sanos y enfermos. Personas que pertenecen a dos reinos distintos como lo dijo Sontag. Tal vez no les vea de frente, pero las palabras tienen fuerza. Y una que otra vez durante el día hay que mencionar la palabra cáncer y ahora puedo comprender con más amplitud todo esto que leí anteriormente. Entiendo la repugnancia que causa y las dimensiones que alcanza este mal. Siempre me ha fascinado escribir de esta enfermedad de manera metafórica, me ha gustado llamarle un cáncer social. Ahora leer acerca de el enemigo real  ha sido sin duda un viaje distinto. Conocerle de cerca, su desarrollo, su historia y el avance incansable por detenerle. ¿Por qué quién no se ha visto de forma directa o indirecta afectado por esta terrible plaga? Y como no querer saber todo lo que encierra la palabra cáncer.

Este libro es una historia del cáncer. Es la crónica de una antigua enfermedad-antaño clandestina y solo mencionada entre murmullos- que se ha metamorfoseado en una entidad de formas cambiantes, imbuida de una potencia metafórica, medica, científica y política tan penetrante que a menudo se caracteriza al cáncer como la peste definitoria de nuestra generación. Este libro es una biografía en el sentido mas fiel de la palabra: un intento de entrar en la mente de esta enfermedad inmortal, entender su personalidad, desmitificar su comportamiento. Pero mi objetivo último, más allá de la biografía, es plantear una interrogante:¿puede imaginarse en el futuro un final del cáncer? Es posible para siempre erradicar esta enfermedad de nuestro cuerpo y nuestras sociedades?

Siddhartha Mukherjee

Los males desesperados exigen desesperados remedios, o jamás se curan.

Hamlet, William Shakespeare

La enfermedad es el lado nocturno de la vida , una ciudadanía mas onerosa. Cada persona al nacer posee una ciudadanía dual, en el reino de los sanos y en el reino de los enfermos. Aunque todos preferiríamos sólo utilizar el pasaporte bueno, tarde o temprano cada uno se ve obligado, al menos por un tiempo, a identificarse como ciudadano de aquel otro lugar.

Susan sontag

¿No tuve yo alguna vez una juventud amable, heroica, fabulosa, como para escribirla en hojas de oro? ¡Demasiada suerte! ¿Por qué crimen, por qué error he merecido mi actual flaqueza? Vosotros, que pretendéis que las bestias exhalen sollozos de pesar, que los enfermos desesperen, que los muertos tengan pesadillas, tratad de relatar mi sueño y mi caída.

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Mucho después de los días y de las estaciones, de los seres y de los países, El pabellón de carne sangrante sobre la seda de los mares y de las flores árticas (que no existen). Repuesto de las viejas marchas heroicas —que todavía nos asaltan el corazón y la cabeza—,lejos de los antiguos asesinos, ¡Ah!, el pabellón de carne sangrante sobre la seda de los mares y de las flores árticas (que no existen).

Arthur Rimbaud

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