Sumergirse en otros mundos no es algo raro
para quienes devoran libros y viven historias maravillosas con el poder de su
imaginación.
Pero, ¿cuantas veces los mundos que visitamos al pasar las hojas
de un libro se desdibujan con la realidad en que vivimos?
Nunca, o casi nunca respondería yo, pero de
eso ya no estoy tan segura.
Y es porque algo raro me ha ocurrido desde el
mes pasado, el mundo tal como lo conozco es ahora muy diferente, tanto que ya
no se en que tiempo estoy, o si la que escribe estas líneas soy yo o es otra.
Pero, ¿Qué detono todo esto? La luna, si, la
luna.
O si especificamos un fenómeno astronómico
llamado “Luna azul” que sucedió el 30 de agosto de este año, y el cual pude
haberme perdido de no ser porque lo vi en las noticias.
Así que esa noche, cuando estaba a punto de
acostarme a dormir, recordé la luna, y me dispuse a verla, pero cuando iba a apartar
las cortinas de la ventana, un súbito temor se apodero de mí.
¿Y si esta ahí? Pensé.
Y si lo que veo son
dos lunas y no una, me dije, pero la racionalidad que siempre nos asalta
apareció diciéndome que eso era imposible, entonces, tragandome mi temor aparte
las cortinas y pude ver esa hermosa luna azul brillante.
Sin embargo el miedo de que otra luna
apareciera no dejo de acompañarme en ningún momento.
Quizás piensen, ¿De qué habla esta mujer?
¿Acaso se ha vuelto loca?
Pues no aún no he enloquecido, es solo que
justo ese día termine de leer “1Q84” de Haruki Murakami, y quien lo ha leído
puede entenderme plenamente.
Y es que esta novela, la mejor de Murakami me
atrevería a afirmar, tiene una historia tan atrayente, tan perturbadora, que de
una u otra forma te hace dudar de si la realidad que vives es la que conoces, o
si es que has quedado atrapado en el mundo surreal que la protagonista Aomame
llamo 1Q84.
Y si, eso es lo que me sucedió, desde el
primer hasta el último capítulo de los libros 1 y 2, comencé a cuestionarme
sobre el mundo en que vivía, y aun ahora que ya han pasado algunas semanas de
que termine el libro me agobia la idea de estar en el mundo equivocado, esto me
deja algo muy claro.
Los libros de una u otra forma transforman tu
mundo y tu mente de tantas formas que solo puedo decir, agradezco este gran
invento del hombre, del que me confieso adicta sin remedio.
Y por ahora me despido, no sin temor de
pensar que la próxima vez que escriba de nuevo tal vez siga en medio de esta
duda sobre donde estoy, y eso es porque estoy a punto de iniciar el libro 3 de
1Q84, y solo espero que esta vez, solo esta vez, cuando termine de leerlo,
pueda volver a escapar de ese mundo, sino, ya les preguntare cuantas lunas ven
en el cielo.
Hasta pronto... o eso espero.