Hay que ver este buen hombre, me refiero a Obama, se está convirtiendo en el mago mundial más importante. Una persona capaz de convencer a todos con la magia de la palabras, y luego…
Desde luego se puede decir de él cualquier cosa pero no me dirán que no tiene imán. Es capaz de todo sin hacer nada. Por ejemplo, de obtener el premio Nobel de la paz sin moverse, sin pestañear. Vamos sin haber hecho nada de nada, perdón, no quiero ser impreciso, habiendo mandado más de treinta mil soldados más a Afganistán. Ese era su activo más rotundo, seguramente lo que debieron ver en Estocolmo.
Y no me dirán que no es magia convertir dos en cinco, simplemente con un amago político.
Fíjense en Guantánamo. Este buen señor decide cerrar esa prisión infernal antes del 22 de enero de 2010 –o sea tenía que haber ocurrido ya--, y como en Estados Unidos las prisiones deben estar a tope, piden a países “donde las cárceles están vacías” un hueco para los presos de allí. Y así de paso se reparten la carga de la prueba: “Todos somos culpables de Guantanamo, así es que llevaros una parte, guapos, así debe pensar el buen señor americano.Bueno, pues la intención de España, que ya se sabe lo solidaria que es con los poderosos, es la de ayudar al hermano americano a salir del atolladero y a la petición de socorro decide acoger a dos presos de Guantánamo. Naturalmente el amigo americano debió pensar que eso no era ni solidaridad ni nada. Así es que dijeron que esperaban que España aceptara “por lo menos cuatro presos”, y zas, por arte de birli birloque los dos pasan a ser cinco. ¿No me dirán que no es magia? Vamos igualito que lo de los panes y los peces.
Total que cuando Obama habla no sólo sube el pan, también suben los presos de Guantánamo acogidos por España. Y en este caso, no hay que ser un matemático profesional, la igualdad es clara, si 2 + Obama = 5, quiere decir que Obama vale tres. ¿Qué será lo próximo que nos pida?, eso sí desde su fuerte de Washington, porque de venir a Europa, nada de nada.
Hay que ver el precio de chulear y presumir con el amigo americano, antes nos daba por poner los pies encima de la mesa y por hablar en texano y montar una guerra injusta. Hoy, simplemente desayunamos y rezamos con él y mandamos más tropas cuando él anuncia que se va a retirar, y si nos piden ayuda, aplicamos aquello del “y nosotros más” y punto pelota. El caso es seguir arrodillados ¿o será amor?
Así es que cuando oigamos a Moratinos, o a Chacón, o a Zapatero, o a otro miembro del gobierno hablar de USA, esperen a ver que dice Obama, y luego, al igual que en el camarote de los Marx, añádanle en vez de dos huevos duros, tres.
Salud y República