AUTOR: José Ibáñez
EDITORIAL: Editorial C&M
ISBN: 978-84-93695-13-2
PAG: 166
PRECIO: 10€
SINOPSIS:
Una historia narrada en segunda persona, que habla de la realidad y de los sueños de una niña de catorce años que ha perdido hasta su nombre. Todo lo recuperará gracias a un extraño viajero de autobús llamado Diego. Y es que, a veces, nos descubrimos a nosotros mismos en la piel de un desconocido. Un viaje diario en autobús en el que los protagonistas de la novela coinciden durante dos minutos, será el preludio de una apasionante historia de amor que esconde una verdad desgarradora.
Cuando diariamente seguimos una rutina y vamos a trabajar, a llevar a los niños al cole, etc. Tanto si lo hacemos andando, conduciendo o en un transporte público, acabamos por cruzarnos cada día con las mismas personas, con los mismos coches o con los mismos pasajeros de nuestro autobús. No los conocemos de nada pero a fuerza de vernos a diario en ocasiones acabamos hasta saludándonos por la calle.
Sevilla. 07:30 de la mañana. Nuestra anónima protagonista viaja a diario durante dos minutos en el mismo autobús que Diego. Lleva dos meses haciéndolo. Sabe que ella sube y que él bajará en la próxima estación. Dos minutos que apenas le dan tiempo a nada. Cada día se repite que el próximo será el día en que se atreva a saludarle, pero sorprendentemente será él quien dé el primer paso, primero a través de unas pequeñas notas que intercambian en el autobús y después incluso chateando (eso sí, dos minutos nada más).
Dos minutos en tu vida, día tras día, desde que subes al autobús y lo ves hasta que él se baja en la siguiente parada, dos minutos en tu vida, día tras día, una sensación nueva revuelve tu estómago y te hace sonreír por dentro. No sabes su nombre, no sabes de dónde viene ni adónde va, no conoces nada de él salvo su físico. Su edad tienes que imaginarla. Está claro que supera la veintena, demasiado mayor para ti que vas a cumplir quince años. Tiene los ojos más azules del mundo, pero no le gusta sentirse observado. Al contrario, a veces cruza su mirada con la tuya y enseguida la elude avergonzado. Es guapo, pero no parece un galán de cine y eso te gusta porque le convierte en una persona sencilla.
Lo primero que ha llamado mi atención de esta novela que tanto me ha gustado es que está escrita en segunda persona. Intento recordar si he leído algún otro libro narrado así, pero de momento no me viene ninguno a la cabeza. Es una sensación rara. No hay diálogos. Es como si tú sólo fueras un espectador. El narrador no te cuenta nada a ti. Se lo está contando todo a esta niña protagonista y eso es algo que me ha gustado mucho.
A partir del intercambio de notas y chats, surge una historia que me ha llevado como en una montaña rusa. Cuando parecía que todo era felicidad y que estaba leyendo una romántica historia de amor, de repente todo se venía abajo. Al principio no entendía qué estaba pasando. ¿Estaba soñando? Luego pillé el ritmo de la lectura y llegó un momento en que quería saber qué es lo que estaba ocurriendo realmente y aunque me temía por dónde iban a ir los tiros, eso no ha hecho que mi interés en la historia se resintiera lo más mínimo.
Esta es la historia de una niña de 14 años absolutamente perdida. Por perder hasta ha perdido su nombre, del que no tendremos conocimiento hasta el último párrafo de este libro, ha perdido de repente su niñez, su vida normal y se ha refugiado en sus sueños para poder sobrevivir, intentando transformar los malos momentos en buenos, pero ni en estos sueños es capaz de sentirse segura y por eso acaba mezclando realidad y ficción. Pero ¿qué parte es real y cual no? Uhmmm… para eso hay que leer el libro, desde luego. A mí me ha recordado en algún momento “La canción del silencio” de Leara Martell, aunque no vayan las cosas exactamente por ahí. Es una novela corta pero que toca muchos y delicados temas tan cotidianos como la soledad, la violencia, la falta de comunicación, el sexo y las ganas de vivir.
José Ibáñez
“Dos minutos en tu vida” es la primera novela de este joven autor sevillano, aunque también escribe poesía (y esto es algo que se nota durante toda la lectura de la novela) y relatos breves. Es más este libro tiene sorpresa al final, ya que una vez que lo finalizas, puedes leer uno de esos breves relatos titulado “La sirena a la que Ulises escuchó cantar”.
Tengo que darle las gracias desde aquí a Carlos, uno de mis primeros amigos virtuales y fiel seguidor de este blog, que me mandó esta novela y otra de relatos, que espero leer en breve, desde Sevilla.Fotografía del autor: http://blog.editorialcm.es/2009/12/15/concluida-la-ii-feria-del-alajarafe/