Revista Deportes

Dos momentos de espera desmedida

Por Josemanuelfidalgogomez @josmafidalgo
DOS MOMENTOS DE ESPERA DESMEDIDA
De todos es conocida la trayectoria de este grupo. Son ya algunos años en ésto (22 buscando el 23) y el motor por el que se sostiene sigue siendo el mismo desde el primer día, pasarlo bien cantando y divertirse estando juntos. De entre todas las apariciones que puedan tener a lo largo del año, hay dos que, sobremanera, son bandera de emoción y fe, para ellos y para muchísimas otras personas. El miércoles de carretas, cuando el Cajón de Madera de la Hdad. de Umbrete hace su presentación en los escalones a la Hdad. de Villamanrique y el otro señalado momento es el domingo de Romería de la Sangre. Hay varios denominadores comunes entre ambas citas, una muchedumbre espera vivir emotivamente estos momentos así como las composiciones creadas por el grupo son genuínas y especialmente confeccionadas cada año, tareas estas que requieren de una arduo trabajo de trastienda. Este año 2019 se han cumplido 15 años en esa plaza manriqueña y qué mejor manera de hacerlo que con un sevillanón que pasará a la historia. Es oportuno mencionar que hace 15 años, cuando por primera vez cantó De Caramelo a este momento, se da la paradoja que Umbrete no llevaba su Cajón. Fue la primera vez que un grupo o solista cantaba justo delante del Simpecado (desde antaño a esa parte, se solía cantar detrás de la carreta para amenizar el momento, nunca en los escalones); pues desde 15 años a la fecha ese formato de cantar justo delante de la carreta del Simpecado ha sido utilizado por todos los grupos o solistas que canten devocionalmente en la plaza manriqueña.  El otro momento insigne también cumplirá este año 2019, D.M., la fecha emblemática de 20 años cantando en la venida de la Romería. Todos los años son especiales pero, si cabe, la ocasión bien lo merecerá para convertirla en especialísima. En definitiva, hablamos de dos momentos emblemáticos para De Caramelo que, extendidos hasta estas fechas de 15 y 20 años, no hacen sino alimentar una espera desmedida.

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