Aunque cueste creerlo, estas dos bolas de pelo son dos perros.
Dos perros que fueron encontrados sucios, hambrientos y abandonados.
Después de ser desinsectados, alimentados y aseados, debajo de esa capa de pelo mugriento se encontró a dos simpáticos perros.
Ahora disfrutarán de una buena vida.
Alimentados, aseados y en compañía de una familia.
No todos los días tiene uno la oportunidad de alegrase tanto al hacer una entrada en este blog.
Un final feliz, algo que por desgracia no siempre ocurre en casos de maltrato animal tan brutal como este.