Agujero negro.
No conozco sus fronteras.
Mi cara en las paredes, reflejada, cada vez más oscura.
Mis manos se funden con las sombras.
Veo flores moradas, escarabajos plateados.
La arena cae, me invade su calor frío.
El útero, la tierra, la tumba.
El agujero es una brújula.
*
Hay un espacio vacío
dentro de mí.
Las alas buscan las raíces.
La lentitud es una flor de loto
que se alimenta de ese vacío.
La hierba es húmeda; la tierra es sol de verano.
Y me ciega.
La flor se abre y la tierra desaparece
en mí.
Un pozo.
Las alas queman.
El pozo se convierte en flor.
¿O es al revés?
(Poemas de Habitar el agujero, de Carlos Huerga. Amargord, 2021).