Dos poemas murmurados en el Hotel Molina Lario

La semana pasada mi vida se iluminó con más intensidad. Llevaba unos meses de hacer a un lado la poesía debido a una falta de interés por parte de los editores a los que contacté con el deseo de publicarla: no todos escribimos para ser publicados, eso lo sé desde hace mucho, y empezaba a pensar que mi poesía tenía que ser sólo para mí y mis amigos. Entonces, recibí un correo de José Antonio Mesa Toré invitándome a un ciclo llamado "El violinista -y los poetas- en el tejado" que organiza el Centro Cultural Generación del 27 de Málaga. ¿Se imaginan mi sorpresa y mi alegría?
Conocer a Mesa Toré fue de las cosas fabulosas que me ha dado este 2014. Hace un tiempo, de casualidad, me enteré de que, además de ser el director del CCG27, José Antonio era poeta. Como no podía ser de otra forma, me fui de cabeza a la biblioteca para leerlo. Y encontré un par de publicaciones viejas que me cautivaron. Fascinada con esa lectura, escribí una nota en torno a lo que su clara poesía me produjo en Poemas del Alma.
Cuando compuse ese artículo no me imaginaba que José Antonio se me acercaría en un encuentro surrealista para agradecerme por la lectura, mucho menos que me obsequiaría un maravilloso ejemplar de José Hinojosa (La flor de California) con una cariñosa dedicatoria; pero lo que segurísimo no podía ni soñar es que me pediría algunos de mis poemas para leerme. La mayoría de los autores de quienes escribo no saben que además de redactora soy poeta, por eso es muy raro que se interesen por mi poesía. Pero él lo hizo, y al cabo de unos meses me invitó a participar de esta lectura.
Aquí van dos poemas de mi recital y con ellos, mi inmenso agradecimiento al CCG27 por tenerme en cuenta y en especial a José Antonio y María Jesús Bernet, quienes me han tratado con verdadero mimo y han conseguido que me sienta en casa. Porque aunque esto no significa que mi poesía finalmente sea publicada, encontrar esta hendija a través de la cual poder compartirla ha sido hallar un punto de luz.

Naufragamos

"Pero a mí la infancia me preparó para este silencio 
a mirar con arrogancia toda esa vida rota 
que ahora se derrama en nuestros límites".

Arquitectura de la memoria

"Nos quedan los recuerdos que otros nos enseñan. 
Como mártires chocamos contra el blanco 
de la muerte invisible"