Tengo dos pequeños rebeldes en casa, menudo panorama.
Chiquinina con sus terrible two, que de momento no son tan tremendos como amenazaban teniendo en cuenta que su primera rabieta se la cogió con 12 meses. Tiene genio pero lo va sujetando….o le damos demasiado manga ancha, no sé. A veces tengo la sensación de que hace lo que le da la gana…Pero estamos en ello, y la verdad es que creo que sí, que su temperamento se va suavizando.
Entre su temperamento y la edad que tiene, lo de las rabietas era algo de esperar, por lo que no me sorprende ni me preocupa de momento.
Lo que sí me ha sorprendido es el cambio de Chiquinini ( le debería cambiar ya este nombre?) Está rebelde, desafiante…chulito diría yo. Cuando empezó a comportarse así pensé que le pasaba algo, aunque no encontraba ninguna razón. Con el paso de las semanas he llegado a la conclusión de que es una "etapa" o algo así, por la que deben pasar los niños de su edad, ¡ camino de 5 años ya!
Antes se crecía cuando estaba con sus amigos, y en esos momentos era cuando me llevaba la contraria y desafiaba más. Pero sólo era cuando se encontraba rodado de sus minicongéneres. Ahora lo hace también en casa, en cuanto algo no le gusta o no es como él quisiera, se pone en modo pataleta ( él, que casi no tuvo rabietas) y prueba a conducir su rabia diciendo cosas que me molesten, fingiendo que llora, amenazando con desobedecer, por supuesto con no quererme más, etc.
Etapa normal o no, me ha pillado desprevenida y me llena de sorpresa, teniendo en cuenta que Chiquinini siempre ha sido un encanto de niño, un encanto con mayúsculas.
Está creciendo, claro. Va teniendo también más picardía, te responde a veces de manera que te deja entre sorprendida y orgullosa. Y esto ira cada vez a más, porque cada vez se hará más mayor, razonará más, será más independiente…vamos, que estoy cayendo en la cuenta de que ya no tengo un niño de 2 o 3 añitos, sino de casi 5.