Esta mañana me ha llegado un curioso correo electrónico. “La vida –dice textualmente– se resume en dos simples preguntas:
1ª. ¿Debo tener un perro?
O... 2ª. ¿Debo tener hijos?
“Sólo es una broma –dice mi e. mail– para hacerte saber que estaba acordándome de ti, sin importar lo que la vida arroje a nuestro paso... Sin importar cuán largo y difícil parezca nuestro caminar... DEBEMOS RECORDAR... que siempre hay luz al final del túnel”. Me lo manda una persona muy querida, quien, a la vez, lo ha recibido de otros. Pero el texto original no es de ninguno de ellos. Ignoro de quién proviene. Pero sigo observando una foto y su texto:
“¿Verdad que te estás riendo? ¡Qué bueno! Porque esa era la idea. Ten un grandioso día –me desean–. Recuerda agradecer todo: lo bueno y lo malo...”
“PD - Los gatos siempre son tan DRAMATICOS!! Y ahora, ya que te hice reír, pasa esto a otros. ¡¡¡Probablemente seamos muchos a quienes hoy nos haga falta reírnos un poco!!!
”Hoy me desperté con buen humor y con bastantes ganas de hacer algo. Durante este ‘grandioso’ día, descubriré qué es ese algo.
”Mañana –termina mi mensaje, recordándome – regresamos al drama de siempre”.
Curiosamente, tengo perros, hijos, he caminado por largos y difíciles caminos, he tenido despertares de todas clases, regresando siempre al mismo drama cuotidiano... Pero lo más importante, corroboro, es comenzar y terminar de buen humor y con una sonrisa en los labios.