Revista Salud y Bienestar

Dos tercios de los enfermos con fibromialgia causan baja laboral al menos una vez al año

Por Fat

Más de dos tercios de los enfermos con fibromialgia causan baja laboral al menos una vez al año, y un tercio de estos pacientes debe abandonar su trabajo definitivamente, según diversos estudios que se presentan en la jornada Deu anys amb la força del primer dia (Diez años con la fuerza del primer día) organizada por la Fundació per a la Fibromiàlgia i la Síndrome de Fatiga Crònica en colaboración con Área Científica Menarini con motivo del Día International de estas enfermedades que se celebra mañana.
Un estudio publicado en la revista Rheumatology International y realizado por investigadores del Hospital Gregorio Marañón de Madrid revela que más de dos de cada tres pacientes con fibromialgia en activo (el 67,8%) tuvo que causar baja laboral en los últimos 12 meses. Además, un tercio dejó su trabajo de forma definitiva debido a la enfermedad. “Al eliminar la actividad laboral, se reducen las capacidades físicas del paciente y además le supone un gran golpe psicológico, puesto que el enfermo deja de sentirse útil”, según los autores de esta investigación, realizada a 301 pacientes de 15 centros españoles y publicada en noviembre del año pasado.
La fibromialgia es un proceso reumático crónico que se caracteriza por dolor músculo-esquelético generalizado y fatiga. Afecta a muchos sistemas del organismo, “aunque incide de manera especial sobre el sistema nervioso y el autoinmune y tiene hasta 50 síntomas asociados”, según el doctor Joaquím Fernández, internista del Hospital Clínic  de Barcelona y uno de los organizadores en la jornada. Puede darse en todas las edades, razas y grupos socioeconómicos “pero afecta sobre todo a las mujeres”, explica. El Síndrome de Fatiga Crónica es una enfermedad que provoca en el paciente un cansancio tan intenso que impide realizar las tareas diarias más habituales. El síntoma principal de esta enfermedad es una fatiga invalidante que dura más de 6 meses. “Las actividades físicas o mentales, a menudo, empeoran los síntomas, y el reposo por lo general no los mejora”, según el doctor Ferrán García, director científico del Servicio de Reumatología del Hospital CIMA e Investigador de la Clínica Sagrada Familia de Barcelona. La incidencia de ambas enfermedades se ha mantenido estable desde que existen estudios científicos y hoy en día se calcula que entre ambas afectan a 1,65 millones de españoles (el 3,5% de la población).
El doctor Fernández también corrobora los problemas laborales de estos enfermos en su consulta. A su juicio, el 80% de los pacientes se ven incapacitados para realizar su actividad laboral en los cinco primeros años desde la aparición de la enfermedad, “y el resto se tienen que adaptar el entorno de trabajo a su nueva condición”.
Causas desconocidas
Las causas de estas enfermedades son desconocidas, “sin embargo, algunos las infecciones, situaciones traumáticas como un accidente de tráfico, o episodios de estrés muy fuerte pueden desencadenar la enfermedad”, explica el doctor García. Con estas patologías “se estimulan los receptores del dolor, que quedan activados crónicamente, y se observa un descenso de la serotonina y un aumento de la sustancia P, ambas reguladoras del dolor”, añade. Las investigaciones actuales se centran en el establecimiento de criterios diagnósticos internacionales y nuevos tratamientos biológicos, que todavía tienen una utilidad limitada y costes muy elevados. Tarde o temprano estos enfermos necesitan apoyo psicológico, “sobre todo por la falta de comprensión del entorno”, explica la doctora Anna Cuscó, presidenta de la Fundació per a la Fibromiàlgia i la Síndrome de Fatiga Crònica. Tras diez años al frente de la Fundació, su principal reto está en el pleno reconocimiento y normalización de estas enfermedades; así como en la concienciación de la sociedad para que “los afectados puedan seguir realizando sus tareas habituales”. Otros de los frentes batalla de los pacientes está en el reconocimiento del ámbito científico: “Los médicos deben comprender que estos pacientes requieren una dedicación de tiempo mayor a la de las consultas convencionales”, añade.
Una investigación presentada en la conferencia internacional de Síndrome de Fatiga Crónica celebrado en septiembre del año pasado en Otawa (Canadá) denuncia que la información para pacientes disponible disuade a estos enfermos de la posibilidad de continuar trabajando o de volver a su puesto laboral después de una época de baja. “Los pacientes obtienen muchos beneficios por permanecer trabajando y consiguen distraerse del dolor, y por eso, empresarios y autoridades deben impulsar su adaptación al entorno laboral”, según la autora de este estudio.

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