Creer que no avanzas, o incluso peor, que retrocedes, es una ilusión de tu mente.
En la vida sólo existe la oportunidad de avanzar, de ir hacia delante. Bueno, ¡por lo menos yo no conozco el secreto para retroceder en el tiempo! Ahora bien, podemos dirigir nuestros pasos en direcciones muy diferentes. Y dependiendo de la dirección que elijamos, consciente o inconscientemente, tendremos la sensación de avanzar o de retroceder.
Por ejemplo, si yo quiero sentirme más segura y comienzo a hacer cosas que me hacen sentir así, como hacer una llamada que llevaba retrasando días por miedo a qué me iban a decir, entonces: “me creo que estoy avanzando”. Ahora bien, unos días después me veo ante una situación que me da miedo y no me atrevo a hacer o decir algo, entonces “me creo que estoy retrocediendo”.
En realidad, lo que está ocurriendo es que un día avanzo en la dirección de la valentía (la elijo en el momento de dar el paso) y al siguiente avanzo en la dirección de la cobardía (elijo no dar el paso).
Y elegir el camino de la cobardía no es lo mismo que retroceder, ya que el hecho de ser conscientes de ello nos da la oportunidad de modificar la dirección de nuevo en el siguiente paso. Y esa nueva dirección puede ser valentía, benevolencia,…, o auto castigo, decepción…, todas son válidas.
Cada paso que damos es una oportunidad para
elegir la dirección en la que avanzamos.
Estas son 3 direcciones que puedes elegir cuando creas que “das pasos hacia atrás”:
– La dirección de la benevolencia: elegir esta dirección es elegir ser amable contigo misma, quererte y confiar que has hecho lo mejor que has podido.
– La dirección de la perseverancia: esta dirección te ayuda a continuar eligiendo aquello que es importante para ti. No importa cuantas veces elijas otra dirección. La perseverancia te trae de nuevo a lo que es importante para ti sin juicios ni castigos.
– La dirección de la apreciación: cuando andas en esta dirección ves todo aquello que SÍ ha ocurrido y le das valor. Incluso cuando lo que ha ocurrido es completamente distinto a lo que esperabas o deseabas.
Lo importante es que elijas conscientemente una dirección que sea beneficiosa para ti. Da igual si das pasos hacia el auto-castigo o el auto-desprecio, pero en cuanto te des cuenta de que estás en esa dirección ¡¡CAMBIA!!
La dirección que elegimos influye en la relación que tenemos con nosotras mismas, así que antes de dar un paso pregúntate:
¿Cómo me quiero comportar conmigo misma? Y elije la dirección que te lleve hacia tu respuesta.
Recuerda: