Revista Ciencia
Llegan al consultorio creyendo saber lo que tiene. Especialistas alertan que la mayoría busca en páginas sin acreditación médica. Los riesgos.
La clásica pregunta "¿qué tengo, doctor?" es desplazada cada vez con mayor frecuencia por la afirmación "doctor, tengo esto". Es que Internet se convirtió en el primer lugar de consulta para seis de cada 10 argentinos que buscan allí respuestas a temas de salud e incluso se autodiagnostican. Especialistas advierten con preocupación que el 90% de las páginas a las que acceden no tienen acreditación médica. De las millones de búsquedas que se registran cada día en el mundo, una de cada 20 es sobre salud, según un estudio de Google. El problema radica en qué es lo que encuentran los usuarios en ese rastreo. Un estudio realizado en 2015 por la consultora especializada Acuam Healthcare aproxima una respuesta: "sólo una de cada diez consultas sobre salud termina en una página médica acreditada", es decir, que nueve de cada diez recurren a foros, portales o blogs. En tanto, una reciente investigación del portal médico Intramed, que encuestó a más de 1.000 médicos del país, mostró que el 94 por ciento de los profesionales dijo que sus pacientes "buscaban primero en la web antes de consultar", mientras que el 60 por ciento llegaba "creyendo saber lo que tenía". "Un 90 por ciento de los pacientes que llegan a mi consultorio y tienen manejo de Internet traen una información descontextualizada que encontraron en la web", manifestó en diálogo con la agencia de noticias Télam la médica clínica internista María de las Mercedes Dabat. Y agregó: "El mayor de los riesgos es subestimar lo que se tiene". "Lo preocupante son las consecuencias que puede sufrir el paciente, que si bien tiene lógicamente libre albedrío, nos involucra en el problema cuando llega a la consulta", añadió. "Muchas veces vienen automedicados por sugerencia de algún conocido, a veces con algún efecto adverso que complica la situación. Otras les indicamos un medicamento, lo googlean y cuestionan el saber médico". La especialista subraya que "la búsqueda en la web jamás reemplaza la consulta médica", al tiempo que cuestiona la calidad de la información que manejan los pacientes ("la mayoría busca en blogs porque tienen un texto más llevadero, pero son sitios no especializados"). "En muy pocos casos los pacientes que buscan en la web vienen con información acertada porque no buscan en lugares confiables", coincide el cirujano general Ramiro Scala. "Muchos de los pacientes creen saber lo que tienen cuando llegan a la consulta. Mi reacción no es favorable, porque ponen en duda el diagnóstico médico si no coincide con lo que ellos imaginaban". La pediatra Jimena Le Bellot afirmó que ocurre lo mismo en el caso de los niños. "Todos (los padres) googlean los síntomas de sus hijos en Internet y buscan las dosis para automedicarlos, así que en la mayoría de los casos llegan habiendo tomado alguna medicación que por lo general no hace que pase la enfermedad y motiva la consulta". La pediatra aconsejó a los padres no asustarse, ya que "la mayoría de las veces las búsquedas en la web los hacen creer que sus hijos tienen algo grave y no es así". Por su parte la psiquiatra María Verónica Mora Dubuc señaló que el autodiagnóstico a partir de los datos que se leen en Internet es un gran problema. "En nuestra especialidad muchas veces los síntomas son parecidos de un trastorno mental a otro, y sólo la percepción clínica entrenada y en una entrevista personal permite diferenciar si la ansiedad tiene que ver con algo patológico o con algún acontecimiento reciente, por ejemplo". Y ejemplificó: "Muchos pacientes con trastorno psicótico de la personalidad creen tener ataques de pánico, cuando en realidad se trata de miedos más primitivos o primarios que se resuelven de otra manera". "Nada reemplaza a la consulta presencial. Hay que entender que la información que está en la web es general y que es el médico el encargado de adaptarla a cada caso para arribar a un buen diagnóstico y tratamiento", enfatizó Mora Dubuc, también miembro de la Asociación de Psiquiatras Argentinos. "Los nativos digitales no diferencian bien la jerarquía de las fuentes, y a veces confían más en un par que en un profesional. Ahí tenemos una veta para trabajar en la alfabetización, para que aprendan a distinguir entre fuentes calificadas y aquellas que no lo son", concluyó Florencia Zimmerman, especialista en comunicación y organizadora del taller "Salud en tiempos de redes sociales".
Leído en Télam
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