Drácula, la leyenda jamás contada
Afortunadamente nunca en mi vida he tenido que decapitar, quemar o clavarle una estaca en el corazón a ningún ser con alergia al sol, intolerancia al ajo, fobia a los espejos, fetichismo por los cuellos, de protuberantes caninos, tez pálida y ascendencia de algún país del este de Europa, incapaz de separarse de una caja de madera con tierra en su interior. ¿Adivináis de quién os hablo?
El vampiro es una de las criaturas mitológicas más antiguas del mundo. Como imbuida por una fuerza misteriosa, todo lo que rodea a este ser parece fascinarnos ahora más que nunca. Muchos son los libros, cómics, videojuegos, series y películas (Saga Crepúsculo, Crónicas Vampíricas, True Blood y un largo etcétera) que, modernizando algunas de sus particularidades, nos venden a nuevos Condes Drácula. Por supuesto, que los vampiros ya eran muy célebres antes del personaje de Stoker pero parece que el tirón del mismo no decae.
Asombrada supe por un programa de televisión, que en algunas aldeas de ciertos países del este, como son Bulgaria y Rumanía, la creencia en los vampiros permanece intacta tras tantos siglos de "progreso". Son muchos los cementerios que albergan entre sus moradores las tumbas de "auténticos" vampiros, cuya posibilidad de volver a la vida se ha visto truncada por las propias gentes del lugar.
En pleno siglo XXI aún son muchas las familias que, tras enterrar a un ser querido, sospechan que este pueda regresar convertido en un chupasangre. La mitología rumana los conoce como los strigoi, almas de los muertos que salen de sus tumbas para atormentar a los vivos. Dependiendo de la fuente consultada, los strigoi son el séptimo hijo varón de una bruja, una mujer adúltera o el ser que ocupa la cúspide de la jerarquía vampírica. Creo que ambos, el strigoi y el vampiro, están emparentados pero que son necesariamente lo mismo.
Se dice que en sus últimos momentos, a punto de expirar, Bram Stoker señaló a un rincón de la habitación de la pensión londinense en la que se hospedaba y susurró: "strigoi, strigoi, strigoi...".Cuando han pasado varios días después de enterrar a una persona (cuanto digo es real y no ficción aunque lo parezca) desentierran el cuerpo, le clavan una estaca en el corazón y le cortan la cabeza. Dependiendo, imagino del lugar, le ponen la cabeza a los pies o la entierran en un lugar diferente de donde se encuentra el cuerpo.
Estos ritos y este folklore, en principio medievalesca, debió ser lo que fascinó a Bram Stoker para dar "vida" a su famosísimo Conde Drácula. Como muchos sabréis cuentan que Stoker se inspiró en Vlad Tepes, más conocido como Vlad el Empalador. En realidad no fue así, parece ser que tal asociación entre su novela y Tepes ha sido más bien una leyenda urbana que un hecho probado. Al parecer Stoker nunca tuvo noticias de tan sanguinario personaje y el nombre de Drácula lo obtuvo de un libro sobre Valaquia y Moldavia en el que se decía que tal palabra significaba "diablo". La sonoridad de la misma gustó tanto al autor que decidió llamar a su vampiro "Conde Drácula" en lugar de "Conde Wampyr" como en un principio iba a llamarse. Buen cambio.
Resulta que este mismo año, el 3 de octubre, veremos una nueva versión de Drácula llamada Drácula, la leyenda jamás contada (Dracula Untold) en la que Vlad Tepes estará presente. Vlad Tepes fue un sanguinario asesino, príncipe de las tierras de Valaquia, Moldavia y Transilvania (actual Rumanía), que tenía la macabra diversión de empalar a sus víctimas. Irónicamente hoy día es considerado por los rumanos un héroe nacional mientras que para el resto del mundo es recordado como un psicópata con corona.
Vlad Tepes o Vlad el Empalador
En otro documental de la televisión, contaban que en Transilvania (Rumanía) se tardó mucho en saber de la obra de Bram Stoker y de su vampiro con título nobiliario. Desconocían que la mayoría de los turistas acudían al castillo de Vlad sintiendo que visitaban en realidad el castillo del mítico Conde Drácula. Creo que el desconocimiento se debía a la política imperante durante el siglo XX en este país, que distaba de ser muy democrática.
En este nuevo film, Vlad Tepes es retratado como un príncipe justo, un hombre de familia y un héroe que deberá enfrentarse a un rey o emperador que está formando un ejército y que llamara a su hijo, aún muy joven, a filas. Vlad se opondrá y se enfrentará a los hombres del rey, poniendo en gran peligro a su familia por su osadía. Desesperado recurrirá a una espeluznante criatura que le otorgará un siniestro poder que lo volverá invencible y con una enorme sed de sangre.
"A veces el mundo no necesita otro héroe, a veces lo que necesita es un monstruo".
Os recuerdo que si queréis leer Drácula o cualquier otra de sus novelas podéis hacerlo desde El Aventurero de Papel. Para acceder a sus obras completas pinchad en Stoker y seréis redireccionados.
Título: Drácula, la leyenda jamás contadaDirector: Gary ShoreEstreno en España: 3 de octubre de 2014País: Estados UnidosGénero: Drama, terrorBasada en: Drácula de Bram StokerIdioma Original: InglésIdioma: Español
Argumento: Los orígenes del mito se revelan en esta película ambientada en los años de reinado de Vlad Tepes, príncipe de Rumanía que inspiró la leyenda por sus peculiares métodos para provocar el miedo entre su población y sus enemigos. Una mezcla de mitología e historia para recoger cómo se transformó el sanguinario príncipe en el primer vampiro de la historia. Uno de los más terribles y sádicos personajes de Europa que inspiró la clásica obra literaria de Bram Stoker mezclando el terror sobrenatural, las leyendas y pinceladas de amor, para cautivar por completo.
Título: DráculaAutor: Stoker, BramGénero:Novela, Terror, Sobrenatural, Literatura Fantástica, Ficción, VampirosAño:1897Idioma:EspañolIdioma Original:Inglés
Argumento: Jonathan Harker, un joven abogado inglés de Londres prometido con la joven y bellísima institutriz Wilhemina Murray (Mina) se encuentra en la ciudad de Bistritz y debe viajar a través del desfiladero del Borgo hasta el remoto castillo del conde Drácula, en los Montes Cárpatos de Transilvania, una de las regiones más lejanas de la Hungría de esa época, para cerrar unas ventas con él. Convirtiéndose durante un breve período de tiempo en huésped del conde, el joven inglés va descubriendo que la personalidad de Drácula es, cuanto menos, extraña: no se refleja en los espejos, no come nunca en su presencia y hace vida nocturna. Poco a poco va descubriendo que es un ser despreciable, ruin y despiadado que acabará convirtiéndole en un rehén en el propio castillo.