Analizamos la nueva serie de la NBC, Drácula. Desde su estreno ha puesto de manifiesto la facilidad que tienen en América para crear nuevas series deprisa y corriendo, lanzando un piloto como sea y esperando a ver si nos picamos… Se sigue mostrando interés por todo aquello que ya existe: adaptaciones, reboots, secuelas, etc. que ponen en entredicho la creatividad de las nuevas series de televisión.Y eso que la serie reunía gran cantidad de ingredientes para llegar a un éxito rotundo, un tema atractivo, cuidados escenarios, unos protagonistas sensacionales como Jonathan Rhys-Meyer ('Los Tudor', 'Match Point') y la muy atractiva Jessica De Gouw ('Arrow'), pero después de ver el episodio piloto me he quedado fría, aunque sea entretenido se deja entrever una serie muy forzada, donde parece que la acción y las tramas absurdas ganarán la partida al desarrollo de los personajes y de las tramas mejor elaboradas.
El éxito de las series radica en que los espectadores podamos sumergirnos por completo en la trama y personajes de una historia de forma pausada a través del paso de los capítulos. ¿Por qué los creadores de series empiezan a tratar a los espectadores como si fuéramos tontos? Habrá que esperar con Drácula, a ver si remonta el vuelo y mejora.
Escrito por
Silvia Hernández-Mora Gilabert
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