Hoy no me refiero al juego de rol ni a la mítica serie de televisión, sino a un suceso ocurrido en China, cuyo símbolo nacional suele ser el dragón. Al parecer un hombre llamado Li Hao, bombero de profesión, ha tenido secuestradas a seis mujeres en unas mazmorras durante semanas, y no se trataba de ningún juego de bondage o dominación.
El suceso ha ocurrido en la ciudad de Luoyang, provincia de Henan, y ha tratado de ser silenciado por las autoridades chinas para evitar la mala prensa sobre un hecho grotesco. Al parecer Li Hao había ido secuestrando a varias mujeres que trabajaban en locales de karaoke, hasta seis llegó a secuestrar pero dos de ellas murieron.
Aunque resulte increíble, ya sea por supervivencia o por puro síndrome de Estocolmo, varias secuestradas comenzaron a competir por la atención de su secuestrador, dando lugar a varios enfrentamientos entre ellas, hasta que finalmente Li Hao decidió acabar con la vida de una de ellas para calmar los ánimos.
La segunda mujer fue asesinada por ser desobediente, pero quién no lo sería si te secuestran, te encierran en una mazmorra a varios metros bajo tierra, en un lugar sucio y maloliente, te violan cada dos por tres, y además te de dan de comer cada dos días.
Y es que para dominar mejor a las mujeres, Li las alimentaba cada dos días, de modo estuvieran siempre débiles y fueran fáciles de someter. Tanto él, como otras personas, abusaron de ellas sexualmente durante su cautiverio, de manera que se puede decir que han sido esclavas sexuales.
Las mazmorras consistían en pequeños habitáculos excavados a cuatro metros bajo el sótano que tenía alquilado, aislados por siete puertas de hierro que amortiguaban cualquier grito de socorro. Las dos mujeres asesinadas fueron enterradas en una esquina de su propia celda.
Li las liberaba solo cuando las iba a obligar a prostituirse, y es en una de estas ocasiones que una de las jóvenes consiguió escapar y llegar hasta una comisaría de policía, donde denunció los hechos y se procedió a la detención del secuestrador.
Lo escalofriante es que el psicópata resulta que tiene mujer e hijos, pero estos vivían lejos de allí, ignorando totalmente las atrocidades que cometía su padre día tras días.
La guinda a esta historia sobre Dragones y Mazmorras la pone el propio departamento de policía, que ha suspendido a varios agentes por filtrar la noticia a los medios y ha detenido al periodista que la publicó, al parecer porque quieren evitar a toda costa la mala prensa sobre su ciudad, ver para creer!.
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