Hace unos dias en un programa de estos de la mañana, el de Ana Rosa Quintana, hablaban de una familia que estaba esperando a que derribasen su casa. (Aquí un enlace de la noticia).
Me quede a verlo porque el titular me impactó (otra familia que se queda sin casa pensé ...) y el seguimiento mediático me impresionó -ya quisieran muchos eventos tener la mitad de cobertura- : un derribo en directo con una paisana de Stop derribos gritando de todo al operario de la maquina, la dueña de la vivienda intentando convencerle de que no lo hiciese (ya lo consiguió con el primero). Llantos y desesperación mientras la pala destroza el tejado.La casa desaparece poco a poco.
Pero no era así del todo. Resulta que la habían construido en un terreno no urbanizable y ellos lo sabían ...
Y ahí es cuando se me revuelven las tripas. Unos señores que a sabiendas de que están infringiendo la ley siguen adelante con sus pretensiones y se permiten el lujo de presionar a un obrero que se puede jugar el puesto ( y mas en los tiempos que corren) para que no cumpla con su deber, que es trabajar.
El apoyo del programa es incondicional. Pobre gente, que no hay derecho, bla bla bla ...
Y es cuando me pregunto: que hay de los que cumplen la ley ? De que sirve ?
Porque construirse una casa en un terrenos no urbanizable es ilegal y esa gente lo sabe. Entonces, hemos de mostrar nuestro apoyo a esa gente, por muy triste que sean las consecuencias?Yo pienso que no. Pero es cierto que las formas no son las adecuadas, ya que les tenían que haber prohibo o permitido la construcción desde el primer día y no ocho años después.
-Y esto lo hago extensible a esas urbanizaciones construidas en zonas amparadas por la ley de costas. Que es muy bonito tener un chalet frente a la playa, en un paraje paradisíaco, o cualquier otro espacio protegido y hacerse el sueco para luego culpar a los demás. Don Dinero que todo lo puede.-
Nosotros, los ciudadanos de a pie, vemos situaciones muy duras a diario, las hemos visto siempre. Porque gente pobre ya había en España hace 10 o 15 años. Familias que perdían su vivienda por no poder pagar un alquiler, hombres que se quedaban en paro, con dos o tres hijos que mantener y se daban a la bebida. Familias desahuciadas que se quedaban con una mano delante y otra detrás por culpa de las deudas contraídas por tener un hijo heroino-dependiente.
Nos hemos cruzado con ellos a diario, en el rellano, por el barrio. Nadie se acuerda?
Se esta haciendo negocio con el drama social. Los medios están mercadeando con la desgracia ajena, y muchas veces, engañándonos como a niños pequeños con un titular duro, sabedores que la situación actual nos hace solidarios al momento. Hay que ir a favor de unos y en contra de otros y ellos nos marcan el ritmo.