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Dramas del primer mundo: las piscinas llenas

Publicado el 04 julio 2018 por Esti @estipuntobpunto
Qué disgusto.
Voy a la piscina, más cargada que si fuera a pasar un fin de semana en algún destino de Ryanair (las chanclas, las gafas de sol, la toalla, un libro, la crema solar, las gafas de bucear...) y me encuentro con que han cerrado la mitad del recinto por obras.
Dramas del primer mundo: las piscinas llenas La piscina: expectativa vs realidad.
Toda la marea humana: preadolescentes que se tiran en bomba, jubilados, familias al completo que se han traído tuppers para comer... todos apelotonados en la mitad del espacio habitual.
Busco entre la gente al rey de la piscina de Lago: el señor Marrón. Pero nada. No está, se fue, se escapa de mi vida. ¿Qué habrá sido de él?, ¿habrá huido a otra piscina donde tenga más hueco?, ¿o por fin habrá ido al médico y le ha recetado seis meses de inclusión en una casa oscura, sin ver un rayo de sol, como los niños de "Los otros"?
La verdad, no creo que el señor Marrón esté bajo ningún tratamiento. Porque él no lo necesita, él no es de este mundo. Él es el primer mutante. Bajo su apariencia de jubilado con tanorexia se esconde un Sansón cuya fuerza está en la luz del sol. Es como un panel solar andante. Su kriptonita es la noche, el frío... Cuando llegue el cambio climático y Madrid sea el nuevo Arizona y Arizona el nuevo Sáhara y haya que inventar una palabra para el Sáhara porque será algo inimaginablemente seco e inhóspito... entonces, el mundo pertenecerá a los señores Marrones.
 
Imaginad una versión de Mad Max. Una distopía de un mundo desértico pero, en lugar de luchar  por la gasolina que escasea, se lucha por la crema solar factor 50. La mayoría de la población vive encerrada en sus casas, con el aire acondicionado a tope y las persianas bajadas. Sólo unos pocos valientes salen fuera. Entre ellos... él, nuestro héroe, el señor Marrón.
Dramas del primer mundo: las piscinas llenas
Yo esta distopía sí la vería. Es la mezcla perfecta entre Mad Max, X-men y la señora con tanorexia de "Algo pasa con Mary".
Estaba yo pensando estas tontunadas y haciendo una lista mental de piscinas más o menos céntricas a donde ir cuando oigo la conversación de dos chavales tumbados al lado. Es lo bueno de que la piscina esté llena, que puedes espiar escuchar a los demás sin llamar la atención. Al principio, los dos chavales tienen una conversación piscinera normal y corriente:
- No te habrás traido cartas, y jugamos al Uno Splash.
- Pues no, ¿qué es eso del Splash?
- Las cartas plastificadas, y así no se mojan.
Luego pasan a repasar temas banales varios, de esos que rellenan los telediarios en verano:
- Ayer escuché la noticia de que también te quemas en la sombra, pero yo no me lo creo.
- Eso por qué será, ¿que el sol rebota?
Y aquí uno de los muchacho se pone filosófico:
- Lo malo rebota por todos lados, lo bueno nunca.
- Han sacado Nocilla sin aceite de palma, sabe fatal. 

Con toda naturalidad, pasan de los temas veraniegos de relleno a ideas de negocio. Que si cuántas cosas llevan aceite de palma, que si los veganos tienen que fijarse en los ingredientes de todo no vaya a ser que tengan origen animal y de ahí...:

- ¿Dónde miras los ingredientes de la cocaína?
- Yo el otro día lo pensé: Coca Eco. Nos forramos, ¿eh?
- Ahí hay una tomando el sol con bañador entero. Se le van a quedar marcas.
- ¿Han inventado el bañador que lo traspase el sol? Que el cáncer lo traspase. 

El filósofo (no sé si el muchacho delgado con barba de bañador azul o el muchacho fuertecito medio rubio y con bañador a rayas, porque yo estaba en plan discreta y no les miraba) insiste con sus perlas de sabiduría:

- Los amigos ricos no hay que perderlos nunca.
Pero lo mejor de todo aún estaba por llegar. No sé si lo dijo el que no paraba de tener ideas de negocio o el que iba de filósofo, pero uno de los dos tuvo un sueño:
-  Anoche soñé de todo, había persecuciones, helicópteros... y yo tenía un carné de Ciudadanos que me daba super poderes, lo sacaba y paraba el tiempo.
De ahí pasaron a hablar de la playa que Carmena quiere poner en Colón y de ahí a que en Colón lo que deberían hacer es quitar esa bandera tan grande, ¿qué bandera?, preguntó Filósofo o Emprendedor. No me digas que no la has visto, si es enorme... respondió el otro. Yo debería haberme girado, haberles dicho que se dejaran de chorradas y que me contaran más detalles del sueño o de cómo iban a comercializar la Coca Eco. Pero no lo hice.
Y vosotros, ¿cuándo fue la última vez que espiasteis escuchasteis una conversación ajena?, ¿qué creéis que le habrá pasado al señor Marrón? Y a vosotros, chico con bañador a rayas y chico con bañador azul, gracias por hacerme entretenida la mañana en una piscina a reventar de gente. 

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