En el siglo XIX la esclavitud comenzaba a ser mal vista por lo que se desarrolló un sin fin de excusas y justificaciones para convencer y convencerse que tener gente esclavizada es correcto y hasta les hacen un bien a los pobres infelices. Las justificaciones eran, jurídicas, teológicas, históricas, sociales, políticas, económicas y científicas.
Las razones científicas fueron tan elaboradas y numerosas que hoy en día se conoce como racismo científico ya que conglomeraba teorías evolutivas y médicas, entre otras. La seudo medicina encontraba diferencias anatómicas que siempre daban la desventaja a los esclavos y enfermedades mentales exclusivas de ellos.
Tal vez dos de las más curiosas sean la Drapetomaniay la Dysaesthesia aethiopica “descubiertas” por el “médico” estadounidense Samuel Cartwright que paso a detallarles en que consisten, sus síntomas y sus tratamientos.
Drapetomania.
Este trastorno mental hacía que los esclavos tuvieran la necesidad de huir de sus amos. Exacto: si tienes tos es que tienes catarro, si tienes fiebre y te duele el cuerpo, tienes gripe y si eres esclavo y piensas en escaparte tienes drapetomania; pero no te angusties que tiene tratamiento. Según Cartwright esta enfermedad no es culpa de los esclavos negros (en este caso), la culpa es de sus amos blancos que cuando los tratan con consideración y algo de humanidad cosas extrañas sucedían en la mente de ellos que los impulsaba a escapar.
Así que como medida preventiva él aconsejaba ser duro con los esclavos y si se manifestaba la enfermedad lo más conveniente era amputarle los dedos gordos de los pies para que éstos no pudieran correr o darles una buena dosis de latigazos que servía como cura para la victima y como vacuna para el resto.
Dysaesthesia aethiopica.
Esta enfermedad es la causa de la pereza de los negros lo que lleva a un descenso de la productividad de las plantaciones de algodón de esa época en EEUU y no el hecho que sean considerados una mercancía a la que se le exprime y no se los considera humanos. Sus síntomas son solo observables por médicos conscientes de la enfermedad y no por otros, lentitud mental, somnolencia, insensibilidad de la piel y marcas visibles en el cuerpo.
Esta enfermedad se daba mayoritariamente entre los negros libres y era poco frecuente entre los esclavos. Aparentemente afectaba en mayor medida a los negros libres por no tener a una persona blanca que los ayudara a curarse o a mantener a la enfermedad alejada.
El tratamiento para curar este mal era bastante sencillo y consistía en hacer que el enfermo se bañase bien para luego untarle aceite, el cual era impregnado en la piel con el látigo; de ahí las marcas en la piel. Para luego ponerlo a hacer trabajos extremadamente pesados al sol en lo posible.
La esclavitud ha existido a lo largo de la historia y en menor o mayor medida ha necesitado de su justificación ya que la gente la tiende a aceptar si encuentra una escusa para ello, pero al final, al igual que el racismo, en general es un tema económico. Más de una civilización o imperio obtuvo su grandeza gracias a ella ya que la base económica muchas veces recayó en la mano de obra esclava.
Las razones científicas fueron tan elaboradas y numerosas que hoy en día se conoce como racismo científico ya que conglomeraba teorías evolutivas y médicas, entre otras. La seudo medicina encontraba diferencias anatómicas que siempre daban la desventaja a los esclavos y enfermedades mentales exclusivas de ellos.
Tal vez dos de las más curiosas sean la Drapetomaniay la Dysaesthesia aethiopica “descubiertas” por el “médico” estadounidense Samuel Cartwright que paso a detallarles en que consisten, sus síntomas y sus tratamientos.
Drapetomania.
Este trastorno mental hacía que los esclavos tuvieran la necesidad de huir de sus amos. Exacto: si tienes tos es que tienes catarro, si tienes fiebre y te duele el cuerpo, tienes gripe y si eres esclavo y piensas en escaparte tienes drapetomania; pero no te angusties que tiene tratamiento. Según Cartwright esta enfermedad no es culpa de los esclavos negros (en este caso), la culpa es de sus amos blancos que cuando los tratan con consideración y algo de humanidad cosas extrañas sucedían en la mente de ellos que los impulsaba a escapar.
Así que como medida preventiva él aconsejaba ser duro con los esclavos y si se manifestaba la enfermedad lo más conveniente era amputarle los dedos gordos de los pies para que éstos no pudieran correr o darles una buena dosis de latigazos que servía como cura para la victima y como vacuna para el resto.
Dysaesthesia aethiopica.
Esta enfermedad es la causa de la pereza de los negros lo que lleva a un descenso de la productividad de las plantaciones de algodón de esa época en EEUU y no el hecho que sean considerados una mercancía a la que se le exprime y no se los considera humanos. Sus síntomas son solo observables por médicos conscientes de la enfermedad y no por otros, lentitud mental, somnolencia, insensibilidad de la piel y marcas visibles en el cuerpo.
Esta enfermedad se daba mayoritariamente entre los negros libres y era poco frecuente entre los esclavos. Aparentemente afectaba en mayor medida a los negros libres por no tener a una persona blanca que los ayudara a curarse o a mantener a la enfermedad alejada.
El tratamiento para curar este mal era bastante sencillo y consistía en hacer que el enfermo se bañase bien para luego untarle aceite, el cual era impregnado en la piel con el látigo; de ahí las marcas en la piel. Para luego ponerlo a hacer trabajos extremadamente pesados al sol en lo posible.
La esclavitud ha existido a lo largo de la historia y en menor o mayor medida ha necesitado de su justificación ya que la gente la tiende a aceptar si encuentra una escusa para ello, pero al final, al igual que el racismo, en general es un tema económico. Más de una civilización o imperio obtuvo su grandeza gracias a ella ya que la base económica muchas veces recayó en la mano de obra esclava.
Parece chiste, pero no lo es.
La fecha hace referencia al inicio de la revolución haitiana en 1791, cuya culminación fue la de la independencia de la nación caribeña con la consecuente formación de la primera nación negra de América.