Estos son los pedales más caros del mundo. Se trata de los Drift Flat, unos pedales creados por la una empresa estadounidense Drift que es muy conocida dentro del mundo del deporte por su amplia gama de mini-esquís.
Pues bien ahora hace lo propio en el mundo de las bicicletas con el lanzamiento de unos pedales pensados para plataforma que son ultraligeros y que están totalmente elaborados en fibra de carbono.
En este sentido, los pedales cuentan con un peso de tan solo 262 gramos contando ya ambas piezas y lo cierto es que su precio también es bastante superior al de la media de los pedales que se pueden encontrar en el mercado.
Realizados en fibra de carbono
Los nuevos pedales Drift Flat están realizados de forma completamente artesanal con la mejor fibra de carbono. El cuidado en su elaboración permiten que tengan un diseño cóncavo que, según aseguran sus propio creadores, es bastante complicado de conseguir en unos pedales mecanizados realizados en aluminio.
Con pasadores de sujeción
A su vez cuentan con pedales con pasadores de sujeción. En concreto tienen seis por cada cara. También cuentan con un eje de acero CrMo y rodamientos sellados, todo ello ofreciendo una plataforma de apoyo de 95×95 mm, con unas dimensiones de 118×113 mm por pedal.
Cómo conseguirlos y precio de los Drift Flat
Si quieres conseguir estos pedales, están a la venta en la tienda online del fabricante y se puede conseguir el juego por 290,16€, gastos de envío e impuestos no incluidos.
Cómo elegir los pedales de una bici
En función del tipo de bicicleta que se tenga será mejor optar por un tipo de pedal u otro. A continuación acercamos las claves para escogerlos.
Pedales automáticos
En las mountain bike los pedales automáticos son la opción más adecuada, ya que gracias a ellos, el pie queda sujeto por completo al pedal.
Se trata de la opción que ofrece la opción más estables y permiten aprovechar la fuerza de los músculos extensores de la pierna, es decir, de los cuádriceps, de los gemelos, así como de los músculos flexores.
En definitiva, estos pedales en las mountain bikes son los que permiten una pedaleada redonda, aprovechando al máximo el esfuerzo realizado.
Con plataforma
Los pedales plataforma son una buena opción para aquellos que se inician en el mundo del ciclismo y el pedaleo. También son la opción perfecta para aquellos ciclistas que lo que buscan es tener su pies completamente libres.
Este aspecto por ejemplo es positivo para practicar deportes como el caso del bmx freestyle, el freeride, el dirt jumping e incluso el descenso recreativo.
La forma más correcta de pedalear
Si estás buscando no sólo cuál es el pedal perfecto sino también la forma más correcta de pedalear, debes saber que hacerlo a cadencias elevadas intentando mantener el número de pedaladas por minuto a un ritmo más elevado de las 90 ppm, se ha comprobado que en tal caso es más rentable realizar dichas pedaleadas con cadencias bajas que vayan por debajo de 70 ppm.
Si se mantiene una misma velocidad, pedalear con cadencia baja el uso de un desarrollo mecánico requiere de más exigencia muscular.
Por su parte, realizar las pedaleadas con cadencias altas empleando para ello un menor desarrollo es la opción con menos coste muscular. No obstante, lo cierto es que para llevarlo a cabo se requiere de un periodo de adaptación que ha de ser completamente progresivo.
También de un entrenamiento, ya que necesita más coordinación neuromuscular, pero a medio plazo los beneficios que se obtienen son evidentes.
En cuanto a la posición del pie sobre el pedal, para un uso correcto se necesita un contacto correcto entre el pie, la zapatilla y dicho pedal.
Lo más recomendable en este sentido es usar las zapatillas adecuadas que han de ser, preferiblemente, de suela rígida, ya que así ayudará a transmitir mejor la fuerza.
Así pues poner adecuadamente las calas y saber cómo anclarlas al pedal automático supondrá una verdadera mejora a la hora de realizar la ejecución técnica.
Es importante que se compruebe que el centro de la cala esté alineado con las cabezas de los metarsianos al nivel de la almohadilla del propio pie, viendo siempre tanto la longitud de los metatarsianos como la rotación externa natural del fémur así como el ancho de la cadera